junio 28, 2008

Crean iglesia chavista y revolucionaria

Un nuevo Mesías ha llegado a la tierra a salvar al pueblo elegido de Venezuela. Don Hugo Chávez tendrá ahora su propia iglesia y habrá una nueva religión chapista.

Esta nueva fe religiosa acepta el matrimonio gay y está en contra del celibato. Los obispos de esta nueva religión visten túnicas rojas como las camisas de todos los fieles de este nuevo salvador.

Cuba Rebelión (2007)

Esta es la anécdota contada por un grupo de roqueros de Cuba, que padecen las inclemencias del opresivo régimen cubano.

Este video fue enviado por amigo Flavio desde Mendoza.

Las retenciones y la renta extraordinaria

Este es un artículo publicado hoy en el diario La Nación de Buenos Aires.


En el debate sobre la derogación de las exorbitantes retenciones a la exportación de granos se deslizan algunos conceptos absolutamente equivocados, que al repetirse van cobrando carta de ciudadanía en la opinión pública. Uno de los más graves es el de la llamada renta extraordinaria.

No es claro si este invento deriva de la ideología del Gobierno o de la táctica de justificar cualquier decisión gubernamental a toda costa. Como fuere, esa postura pretende hacer creer que hay rentas ordinarias y extraordinarias: las rentas ordinarias pertenecen a los productores y sobre ellas recaen las retenciones del 35 por ciento, más el 35 por ciento del impuesto a las ganancias, más el inmobiliario, más el uno por ciento del impuesto al patrimonio, más el dos por ciento de ingresos brutos, más la tasa por red vial, etcétera. De ellas, una vez deducidos los gastos de producción, cosecha, flete y comercialización, si queda un remanente, es el beneficio para el productor.

Las rentas extraordinarias serían el aumento en el precio del grano exportable, producto de momentos especiales del mercado internacional, cuyo comienzo o duración son impredecibles, tanto como el monto a partir del cual dejan el modesto papel de "ordinarias" para transformarse en "extraordinarias". Estas rentas, según los voceros gubernamentales como Luis D Elía y otros, no pertenecerían a quienes produjeron el grano sino al Estado, y esto justificaría que se apropiara de ellas, para usos varios. Teóricamente, estos usos serían distintos del empleo del 35 por ciento que se percibe por retenciones "ordinarias" e impuestos generales.

Esta ridícula idea va a contrapelo de lo que ocurre en todos los países del mundo, incluidos los gobernados por partidos de izquierda. Y, por supuesto, ignora las reglas elementales del mercado internacional de granos, que gracias a la información satelital y meteorológica permite conocer los volúmenes de producción de los países exportadores y contribuye a la formación de sus precios. A eso se agrega que los consumidores son cada vez más, y el despegue de los países asiáticos provoca la suba de los precios internacionales. Pero nunca es descartable una baja, estacional o permanente. El campo bien sabe de crisis cíclicas.

Por el artículo 17 de la Constitución Nacional, la propiedad de una cosa incluye lo que produce. Naturalmente, los campos agrícolas producen granos. De su propiedad, el dueño sólo puede ser privado por causa de utilidad pública, previa justa indemnización. Desde Roma, hace más de 2000 años, se sabe que "las cosas crecen y perecen para sus dueños"; es decir, si bajan de precio o se degradan, los dueños son los perjudicados, y si suben de precio, los dueños son los beneficiados.
Cuando una empresa vende más de lo previsto, cuando un programa de televisión recibe más publicidad por el lanzamiento de un nuevo producto, cuando a un futbolista lo contratan para jugar en Europa, ¿hay renta extraordinaria? Cuando inmuebles comprados a valor fiscal se convierten en lugares turísticos, ¿hay renta extraordinaria? Cuando un cantante logra un tema de éxito, ¿hay renta extraordinaria? Sería absurdo: lo que hay es progreso, porque luego de esos picos pueden sucederse bajas. Todos lo sabemos, menos, por lo visto, el Gobierno y sus ideólogos. Salvo que todo sea del Estado y nosotros recibamos exclusivamente dádivas llamadas subsidios. En nuestro sistema constitucional las rentas, sean altas o bajas, son de quien las produce. Y para que se distribuya riqueza está el impuesto a las ganancias: quien gana mucho paga más que quien gana poco. Y quien pierde no paga nada. Por algo, ningún país serio aplica impuestos como los que se están discutiendo.

Por eso, la Corte Suprema de Justicia ha puesto la valla del 33 por ciento en materia impositiva, y por eso los impuestos a la exportación, que el Gobierno llama retenciones, no pueden exceder ese tope sin violar el derecho de propiedad que la Constitución protege. ¡Qué decir si, además, se calcula el total de la carga fiscal, elevada a un increíble 80 por ciento del total que recibe un productor!
La justa indignación del pequeño o gran propietario es por eso: si sube el precio, sube el 35 por ciento que se lleva el Estado, más el 35 por ciento del impuesto a las ganancias, más el dos por ciento de ingresos brutos. Y ahora se pretende todavía más con el rótulo de la ganancia extraordinaria, que pareciera que, sin razón, le pertenece al Estado.

Semejante regla no es la de la Constitución, sino la de un Estado colectivista. Así como la Presidenta dice que si el agro quiere hacer política debe formar un partido político, puede decirse que si se quiere un Estado colectivista, debe cambiarse la Constitución. O al menos, gravarse todas las supuestas "rentas extraordinarias", incluyendo a industrias, personalidades, deportistas, casinos y demás sectores.

Si el Gobierno quiere ese modelo, la única salida legal es reformar la Constitución y eliminar el derecho de propiedad. ¿Harán los Kirchner lo que no hicieron ni Fidel ni Chávez?

Fuente: La Nación

El día que Depetri rindió $ 10.000 con una factura falsa.


Cuando el hoy legislador Edgardo Depetri se desempeñaba como Secretario de Organización del CTA le pidió 10 mil pesos a Néstor Kirchner que estaba por ese momento en campaña presidencial, como un subsidio para una “campaña solidaria”. El Gobierno de Santa Cruz se los dio, él lo rindió con una factura particular en su detalle y además, trucha . Lo peor no termina allí, porque hasta hoy la provincia nunca se lo reclamó. Leer más

Fuente: OPI Santa Cruz

La destrucción de la democracia en Chile

José Piñera quien fuere ministro de trabajo y seguridad social de la República de Chile, también el quien diseñó el exitoso sistema de AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) y candidato presidencial en las elecciones presidenciales del año 2006, explica cómo se perdió la democracia en Chile con la elección de un presidente minoritario que no respetó las normas constitucionales de su país. Algo similar está pasando en Argentina actualmente.

junio 27, 2008

Una flotación "demasiado" sucia.

En tiempos de turbulencia, vale la pena reflexionar sobre estas cuestiones. Ojala que el material que, entiendo, es de actualidad sirva para leerlo, reflexionar y difundirlo.

Alberto Medina



Los economistas dieron en llamar "flotación sucia" a ese recurso por el cual el Estado mediante políticas monetarias dirigistas, interviene en el mercado de divisas para establecer el precio de las monedas.

El término, tal vez surge como contraposición al de la flotación limpia en el que el valor de las monedas se determina como consecuencia del libre juego de la oferta y demanda.

En nuestro país las políticas intervencionistas gozan de gran apoyo popular no solo en la sociedad sino también en los ámbitos académicos, como así también en la base ideológica de la partidocracia local. El afán por controlarlo todo, fundamentalmente las variables económicas, también ha triunfado en esto del mercado de divisas.

Nuestro país regresó a esto de la flotación sucia desde que se retiro abruptamente del nefasto régimen de convertibilidad con el que convivimos por años. Ese sistema proponía otra forma de dirigismo estatal estableciendo un tipo de cambio fijo.

Nuestros economistas, siempre han tenido especial devoción por esta forma de controlar la economía. Son patológicamente desconfiados del mercado. Pretenden manejar esta variable, que entienden, estratégica. Incluso, ampulosamente, llaman "política cambiaria", y hasta "política económica" a esto de determinar el valor de las divisas.

Es que manipular el valor de la moneda propia y por lo tanto su valor relativo expresado en otras monedas extranjeras siempre ha sido el recurso más fácil para intentar resolver cuestiones de fondo. Es el camino mas corto. No precisamente el adecuado.

Muchos argentinos compraron la idea de que un "dólar alto" nos hace competitivos, convirtiéndonos rápidamente en exportadores, con una balanza comercial favorable que permite ingresar divisas.

Suena mágico. Es como ponerse tacos para poder mirar desde un lugar mas elevado. Dólar alto y de pronto somos eficientes, competitivos. Vaya falacia. No lo somos, solo hemos creado escenarios artificiales que consiguen efectos tan inexistentes como efímeros en base a una deformación de la realidad.

Uno de los mayores daños que genera, es que ni bien creemos que somos competitivos, asumimos que ese "dólar alto" es derecho adquirido, que no debemos mejorar nada de nuestras estructuras de costos, que tenemos una productividad extraordinaria, cuando en realidad no solo no lo es, sino que descansa en esta artificial herramienta.

La intervención estatal en el mercado cambiario, como en cualquier otro, no hace más que distorsionar el sistema de precios y quitarnos la brújula, los parámetros de una mejor asignación de recursos.

Los supuestos efectos bondadosos parecen evidentes, pero es el mismo gobierno quien se ocupa de minimizar la inmensa cantidad de efectos negativos que en forma más que proporcional debe pagar la sociedad como precio para lograr tener en pie esa mentira.

El final es predecible. Ningún artificio económico se puede sostener indefinidamente. Cae por su propio peso. Además el resto de las variables se ocupan de encontrar mecanismos de sinceramiento automático, que lamentablemente, y aunque no se deseen sus efectos, hacen daño a su paso.

El gobierno, apelando a su originalidad, poniendo el sello propio de nuestra ya prestigiosa capacidad creativa, ha encontrado nuevas formas de explotar al máximo esta maquina de destrucción que ha sido y es la política cambiaria.

En estas semanas, se ha convertido en la nueva herramienta de sometimiento a los que piensan diferente. El campo asiste hoy a la caída libre del precio de la divisa norteamericana expresada en pesos. Nueva forma de amedrentar y mostrar quien tiene la manija. Otra muestra más de la provocadora e impune detentación de poder.

En alguna oficina publica se esta decidiendo hasta cuando se dejara caer el dólar y cuando se retomara la senda del precio que precisan para que sus números mágicos cierren y la caja oficial este suficientemente satisfecha.

Han "hecho caja" durante algún tiempo, han ahorrado artificialmente y se pueden tomar un respiro. Entienden que algo de manipulación cambiaria es la medicina que le falta al campo para terminar de arrodillarse, aceptando su derrota en esta confrontación.

Hay que decirlo con todas las letras. Esta forma de manejar la economía conlleva una cuota de inmoralidad superlativa. No ahora, sino siempre. El fantasma de la corrupción merodea toda la escena. Alguien decide el precio de una mercadería, en este caso el dólar. Esa persona, o conjunto de ellas, sentados en algún despacho, atribuyéndose un poder que la Constitución no les confiere en párrafo alguno, deciden no solo sobre el destino de cada uno de nosotros, sino también, sobre las fortunas de muchos individuos.

Es que aquel que sabe cuando va a bajar y cuando va a subir, el que decide el valor de la divisa, es como el que sabe el número del billete ganador de la lotería. Solo debe saber cuando comprarlo y ese dato lo tiene al alcance de la mano, porque el mismo lo define.

Demasiado poder concentrado en pocas manos. Mas de lo que los constituyentes previeron para nuestros gobernantes. Creemos ingenuamente que detrás de las famosas políticas activas, de los "siempre dispuestos" defensores del rol del Estado, existen solo bien intencionados hombres. El poder no debe estar concentrado en pocas manos. Decía Lord Acton "El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente"

El Estado no solo no puede intervenir en la economía porque genera inevitablemente un daño superior al que pretende evitar. Su participación como presunto mejor administrador de los recursos solo muestra más ineficiencia que la que supone corregir.

No solo no puede, sino que no debe intervenir. Su participación es espuria. Solo logra corrupción, esa que no existiría de no mediar su arbitraria intervención.

La historia argentina esta plagada de este recurso técnico de la flotación sucia. Esta vez no solo se la ha utilizado como tal, sino además como moderna herramienta para amedrentar. Encima sigue merodeando el fantasma de la corrupción, sospecha que se sustenta en que alguien ya sabe hasta cuando va a bajar y sabe cuando y hasta cuanto volverá a subir. Después de todo el nombre de flotación sucia le queda bastante bien. Solo se puede decir que esta vez es "demasiado" sucia.


Alberto Medina Méndez

Obligan a la gente a asistir a los actos kirchneristas!

Se realizó esta semana la DENUNCIA PENAL por "ABUSO DE AUTORIDAD"
Cerca de 10.000 personas fueron obligadas a CONCURRIR a Plaza de Mayo para el acto de Cristina.

La Municipalidad de José C. Paz obligó a la totalidad del Personal de Planta Temporaria y Personal de Planta Superior del municipio a asistir al acto.

Si bien en José C. Paz la gente ya está acostumbrada a que la obliguen a concurrir a los actos, esta es la primera vez que la Municipalidad IMPARTE LA ORDEN y obliga a concurrir SIN EXCEPCIÓN formulando una orden POR ESCRITO.

La impunidad, el egocentrismo, y la falta de sentido común generan irregularidades serias como que Kirchner le "ordene" a los diputados a "no cambiar el proyecto de la retenciones" o que el Municipio de José C. Paz obligue a más de 10.000 personas a concurrir a un acto.

Más allá de que los 10000 funcionarios estuvieran o no de acuerdo con el esquema de retenciones móviles (no aplicables a José C. Paz ya que no es una zona agrícola), obligar a más de 10000 personas a concurrir a un acto constituye una enorme falta de espíritu democrático, ya que impide que los ciudadanos expresen libremente si prefieren BATIR CACEROLAS o ir a la plaza a aplaudir a Cristina.

La denuncia penal efectuada es por ABUSO DE AUTORIDAD ya que atenta contra las libertades constitucionales y pone en riesgo la fuente de trabajo de los empleados públicos. Los empleados se ven en la obligación de concurrir por el temor a perder el empleo.

junio 26, 2008

Price Controls Create Man-Made Disasters

Daily Article by Posted on 6/25/2008

In the wake of the recent flooding in Iowa, the state's attorney general has announced that Iowa's rules against price gouging are now in effect. These rules prohibit businesses from "substantially raising the prices for needed goods or services without justification" in the wake of a natural disaster.

According to a June 23 press release from the Iowa attorney general's office, the rule covers not only the time during which the disaster is declared but also a "'subsequent recovery period' up to six months." Missouri's attorney general is also encouraging Missourians to report "price gouging on necessary supplies like water, ice, storage units, and generators."

Enforcing these restrictions will have predictable effects: shortages of needed supplies, long lines, delayed repairs, and, perhaps, increased incivility. Like other forms of price control, price-gouging statutes will hurt precisely the people they are intended to help.

There are several channels through which this happens. First, price controls create shortages because they eliminate the market's way of telling people to conserve scarce resources. After a disaster like a flood, a hurricane, or a tornado, demand for some goods increases while the supply of some goods decreases. If prices are not allowed to adjust, people will want more "water, ice, storage units, and generators" than the market is prepared to supply at the controlled price. As Michael Munger, chairman of Duke University's political science department, has pointed out, this means that the effective price of a good for which the price has been controlled is infinite: beyond the amount that the market will supply at the controlled price, nothing can be done to call more goods into existence.

Instead of relying on prices, governments that institute price controls must rely instead on moral suasion. This will help in some cases, but it is unlikely to be as effective as a price increase. One might be tempted to respond that the government should be able to make up for the shortage, but the government's performance in similar cases, such as FEMA's ham-fisted response to Hurricane Katrina, provides us with grounds to be skeptical of this claim.

Restricting the price mechanism also means that recovery will be delayed. If prices are allowed to fluctuate freely, resources will be directed to where they are most desperately needed. Someone who wishes to build a new deck in San Antonio will have to think twice if lumber prices increase because people in Iowa are struggling to rebuild their houses. If lumber prices are not allowed to change, our deck-builder in San Antonio lacks the signal he needs to learn that the lumber he would otherwise use to build a deck might be better used rebuilding houses in Iowa.

In addition to these restrictions, many states also restrict who can participate in the market for home repair after a natural disaster. It is indeed true that some people are taken advantage of by the unscrupulous during a desperate hour, but restrictions on who can provide home-repair services and at what price after a natural disaster also keep many an honest business person out of the market. Some people are protected from predators and scammers, but as a result, many more are unable to secure the services they want at a low price.

This may also have an undesirable unintended consequence with respect to home safety. After Hurricane Katrina, I remember reading a short newspaper article about do-it-yourself roof repair because of the shortage of roofing services after the disaster. Should disaster strike I am by no means qualified to repair my own roof, foundation, walls, etc.; however, restrictions on who can and cannot supply these services in the market means that I might be faced with the choice of doing the job myself or leaving it undone. Anyone who has ever seen me swing a hammer knows that if I were to do the job myself it would be at best a marginal improvement over leaving the job undone. I am blessed with friends who are pretty good at that sort of thing, but I would guess that there are many others who are not so fortunate.

People's time is also valuable. A computer programmer who has to fix his own roof does so at the cost of time spent programming. The law of comparative advantage tells us that if he were able to devote his time to computer programming and use the income he earns to pay a professional to fix his roof, society will have more of both computer programming and roof repair. Restricting who can and cannot trade roofing services for money eliminates this option for many. The unintended consequence of restrictions on who can participate in the market is straightforward and ironic: restrictions aimed at ensuring access to high-quality repairs at low prices are more likely to mean low-quality repairs at high prices for many storm victims.

Price controls can also be bad for social fabric, though as far as I know this remains an untested proposition. Price controls mean that some businesses will close when they otherwise would have remained open after a disaster. The sight of a business closing up shop during a disaster victim's hour of need might breed ill will. In addition, long gas lines filled with disaster victims nursing frayed nerves can be fairly volatile environments. In a recent EconTalk podcast, Russ Roberts and Richard McKenzie discussed fistfights in long gas lines during the gas price controls of the early 1970s. Massive price increases create social tension (see the food riots that have erupted around the world, for example), but price controls also pit neighbor against neighbor for scarce resources.

Finally, enforcing price controls also requires resources. For the government, people who are engaged in identifying and prosecuting "price gougers" are necessarily diverted from maintaining law and order. For firms, the possibility of prosecution introduces additional uncertainties into their calculations and diverts them from their core business of delivering goods and services to the customer. Over the long run, this makes us poorer and therefore less well equipped to deal with future disasters.

Economic critiques of price controls are well worn. Nonetheless, these simple points bear repeating over and over again because price controls after natural disasters are so popular. The economic critique is more than an academic exercise or an attempt to apologize for the unscrupulous, as some critics maintain. Price controls have very real human costs. Some of these costs are quite apparent and some are harder to see. To the extent that they are attributable to price controls, though, they are avoidable.

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Art Carden is assistant professor of economics and business at Rhodes College, an adjunct fellow of the Independent Institute, and a visiting research fellow at the American Institute for Economic Research (until June 28). He was a summer research fellow at the Ludwig von Mises Institute in 2003, and his paper "Beliefs, Bias, and Regime Uncertainty After Hurricane Katrina" will be published in the International Journal of Social Economics. Send him mail. Comment on the blog.

junio 25, 2008

Los surrealismos jurídicos de las retenciones

Por Fernando Toller
Profesor Titular de Derecho Constitucional, Universidad Austral,
y Premio Academia Nacional de Derecho


El envío del proyecto de ley de retenciones al Congreso ha suscitado que, desde las más altas instancias públicas, se vengan escuchando afirmaciones sobre la Constitución y las leyes que, cuanto menos, resultan inauditas. Por ejemplo:

1. Jefe de Gabinete: “Las retenciones son los derechos de exportación del art. 4 de la Constitución, y por eso son facultad del Ejecutivo”.

-A confesión de parte, relevo de prueba. Se discutió si las retenciones eran o no tributos. Ahora, miles de abogados de ruralistas están agradecidos de que se allane y confirme lo evidente: que son impuestos.

-Una antigua maestra lo mandaría a escribir cien veces: “Art. 9 de la Constitución Nacional (CN): En las aduanas ‘regirán las tarifas que sancione el Congreso’”, “art. 17 CN: ‘Sólo el Congreso impone las contribuciones que se expresan en el Artículo 4’” y “Art. 75. Corresponde al Congreso: 1. Legislar en materia aduanera. Establecer los derechos de importación y exportación”.

2. Jefe de Gabinete: “El Congreso no puede modificar el proyecto, porque la facultad del Ejecutivo de aplicar retenciones está fijada por el Código Aduanero”.

-¿No le enseñaron en la Facultad que los códigos son simples leyes, modificables o derogables por ley posterior? ¿El Código Aduanero, sancionado por Videla, es una suerte de Súper-Constitució n que puede derogar las atribuciones del Congreso?

-El propio Código Aduanero dispone que los derechos de exportación se establecen por ley (art. 754). Además, su art. 755, piedra de la discordia, delega en determinados casos al Ejecutivo el poder de gravar otros bienes con impuestos de exportación que ya hayan sido creados antes por ley. Por cierto, esa ley aún no existe.

3. Jefe de Gabinete: “El Congreso no puede modificar el proyecto de ley, sino sólo aprobarlo o rechazarlo”.

-El poder legislativo está en manos del Congreso, que es un Poder independiente, sin obediencia debida, que puede reformar cualquier proyecto de ley (arts. 1, 33, 44, 75, 78 y 81 CN).

4. Vicepresidente: “El Poder Ejecutivo delega ahora en el Congreso una facultad que le es propia, la de establecer retenciones”.

-¿Delegación legislativa del Ejecutivo en el Legislativo? ¡Un hallazgo constitucional!

-Escriba también cien veces los artículos referidos, y agregue: “Art. 99.3.. El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo”.

-Antes de la próxima sesión, lea los 32 incisos del art. 75 sobre atribuciones del Congreso, y el art. 76 sobre delegación legislativa, que es del Congreso en el Ejecutivo.

5. Ministro de Justicia: “Las retenciones son constitucionales porque la Disposición Transitoria Octava de la reforma constitucional de 1994 deja vigente la legislación delegada anterior que haya sido ratificada por el Congreso. Y se ha ratificado la fijación de retenciones en la ley del 23 de agosto de 2006”.

-Pónganse de acuerdo: ¿fijar retenciones es una atribución originaria del Ejecutivo, o se la delegaron?

-¿Por qué se dictó esa cláusula transitoria? Porque el nuevo art. 76 fulminó con una prohibición general a la delegación legislativa.

-¿A qué ley se refiere el Ministro con tanta contundencia? ¿Una que específicamente ratificó el art. 755 del Código Aduanero? No, se trata simplemente de la ley ómnibus de ratificación temporal de toda la legislación delegada anterior, antes de que caducara: la ley 25.148, de 1999, reiterada por la ley 26.135, de 2006.

-Lo más importante es que la Disposición Octava sólo pudo dejar en vigencia lo que, antes de la reforma de 1994, era vigente y válido conforme a la Constitución. No puede ahora regir por una ley ómnibus temporal lo que antes de ratificarse ya era inconstitucional. Y el art. 755 no sólo es inconstitucional ahora, sino que ya lo era antes de 1994, por contradecir los arts. 9, 17 y 67.1 (actual 75.1), de la Constitución.

¿Cómo es posible que hagan tales afirmaciones? Serían meros bloopers jurídicos de anecdotario, y no chicanas inadmisibles, si no fueran dichas con tanta seguridad y reiteración por figuras de tal porte, lo que se ahonda por el tiempo que tuvieron para estudiarlo, la gravedad del problema y lo básico de las cuestiones.

¿Es admisible el error inculpable en temas que pueden –y deben– saber con sólo tomar la Constitución? ¿Sería idóneo, como exige el art. 16 CN, un director de hospital público que confunda la gripe con la gangrena? Obrando así quienes tienen la función de liderar a los ministros, a la cartera sobre Derecho y Justicia o al propio Parlamento, ¿pueden demostrar buen desempeño (art. 53)?

Cuatro razones para que el Congreso no ratifique las retenciones

Más allá de lo anterior, ¿puede ahora el Congreso dar bendición legislativa a la Resolución 125, o delegar en el Ejecutivo la facultad de establecer estos impuestos? No, por cuatro razones:

1) Lo ya señalado sobre las potestades exclusivas del Congreso sobre derechos de exportación y la prohibición de delegación legislativa y de DNU en materia tributaria (arts. 9, 17, 75.1, 76 y 99.3).

2) Porque la resolución fija un impuesto inequitativo y no proporcional (art. 4), violatorio de los derechos a comerciar y ejercer la industria (art. 14), confiscatorio de la propiedad (art. 17 y jurisprudencia de la Corte contra los impuestos superiores al 33%) y que altera los derechos (art. 28).

3) Pues no sería el final del problema, sino el comienzo de una nueva y extenuante etapa: tras largos años de litigio, sería finalmente decidido por la Corte, ante la cual una norma tan burda no tiene chance alguna de ser avalada, y entonces pagaremos entre todos el reembolso.

4) Por los arts. 29 CN y 227 del Código Penal. Como la Constitución deja meridianamente claro que no es una potestad que el Congreso pueda entregar, el consejo a los legisladores sería que estudien detenidamente si quizá no podrían llegar a caer en la tipicidad objetiva prevista en dichas normas, concediendo facultades extraordinarias por las que “las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna”.

A ocho siglos del nacimiento del constitucionalismo, signado por la prohibición al rey de establecer impuestos, gobernantes, legisladores y jueces deben recordar que sin decisión parlamentaria -que además debe ser razonable, igualitaria y no confiscatoria- no se le puede quitar los bienes a la gente

junio 23, 2008

La fuerzas de choque de la Petera

Kirchner el más grande ladrón de la historia

Florencia Kirchner y sus amigos en el Tango 10

La gente empieza a darse cuenta


"La gente empieza a darse cuenta de que el aparato del gobierno es costoso. Lo que aún no ven es que el peso recae sobre ellos""La vida, la libertad y la propiedad no existen por razón de leyes hechas por el hombre. Por el contrario, el hecho es que la vida, la libertad y la propiedad existen con anterioridad a aquello que hizo a los hombres hacer leyes por primera vez""La manera más segura de que se respeten las leyes es haciéndolas respetables"


Frederic Bastiat

Hagamos una cadena interminable

HAGAMOS UNA CADENA INTERMINABLE, ASÍ LOS ARGENTINOS TODOS, SIN DISTINCION DE CREDOS, BANDERÍAS O GÉNERO, PONGAMOS FIN A ESTO QUE HOY NOS ESTA PASANDO, Y POSIBILITAR QUE LO DEL 2001 HAYA SIDO UN MAL SUEÑO DE UNA NOCHE DE PESADILLA.
PARECE QUE LA DIRIGENCIA POLÍTICA NO TOMÓ NOTA DE ESE HECHO DESGRACIADO Y HOY EMPECINADOS EN SUS APETENCIAS NOS ESTÁN EMPUJANDO A UN NUEVO 2001, QUE A DIFERENCIA DE AQUEL PUEDE TENER UN FINAL IMPREDECIBLE.

Si estas de acuerdo Pásalo:
EL CAMPO ARGENTINO, UNO DE LOS MÁS EFICIENTES DEL MUNDO, PRODUCE ALIMENTO PARA 300 MILLONES DE HABITANTES.

CON LAS RETENCIONES ACTUALES EL ESTADO SE QUEDA CON EL EQUIVALENTE AL ALIMENTO DE 120 MILLONES DE HABITANTES.

EN ARGENTINA SOMOS 40 MILLONES. USTED PAGA SU COMIDA O SE LA REGALA EL ESTADO?
POR EL CONTRARIO, EL ESTADO RECAUDA Y SE VANAGLORIA DE TENER EN ARCAS 50.000.000 USD. DE RESERVAS, SIN EMBARGO:

• NO HAY INFRAESTRUCTURA VIAL
• NO HAY SALUD
• NO HAY SEGURIDAD
• NO HAY EDUCACIÓN
• NO HAY PREVISIÓN ENERGETICA
• NO HAY COMBUSTIBLES
• NO HAY CARNES
• NO HAY LECHE
• NO HAY ESTRATEGIAS NI POLÍTICAS

EN CAMBIO, SÍ HAY UNA GRAN CAJA CON DESTINO CLARO: SOSTENER EL MODELO MEDIANTE LA CAPTACIÓN DE VOLUNTADES.

LOS ARGENTINOS QUEREMOS PAZ, QUEREMOS PODER TRABAJAR Y GANAR LO QUE NUESTRO ESFUERZO NOS PERMITA, QUEREMOS RESPETO.

QUEREMOS DECIR BASTA AL AUTORITARISMO Y A LOS PATOTEROS.
HOY YA NO ES EL CAMPO VS. LA CIUDAD , LOS QUE TIENEN VS. LOS QUE NO TIENEN, LOS DE DERECHA VS. LOS DE IZQUIERDA, LOS CIVILES VS. LOS MILITARES, LOS BUENOS VS. LOS MALOS. ESTAMOS TODOS EN EL MISMO BARCO.
BASTA DE DIVISIONES FOMENTADAS.
HOY TENEMOS QUE DEFENDER EL ESTADO DE DERECHO, PARA QUE NUESTRAS FAMILIAS PUEDAN EXPRESARSE LIBREMENTE SIN NECESIDAD DE ESCAPAR DE FUERZAS DE CHOQUE ENVIADAS PARA ACALLARNOS, EN ZONAS LIBERADAS POR LA POLICIA.

BASTA DE PATOTAS.
BASTA DE AUTORITARISMO.
BASTA DE NINGUNEOS.
QUEREMOS UNIDAD.
QUEREMOS FEDERALISMO.

ESTAMOS CON LA GENTE. SOMOS LA GENTE.
TENEMOS TODO PARA SER UNA GRAN NACIÓN. ESTA ES UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA Y EL MUNDO FESTEJA LA GRAN BONANZA DEL AGRO, LUEGO DE DECADAS DE VACAS FLACAS, MIENTRAS A NOSOTROS NOS DISTRAEN EN DISPUTAS ARCÁICAS. NO VOLVAMOS A SER CASO DE ESTUDIO CUANDO EN PAÍSES EXTRANJEROS SE ANALIZAN LAS OPORTUNIDADES PERDIDAS.
PROPONEMOS DECIR BASTA, SIN VIOLENCIA, EN PAZ Y COMO PUEBLO CIVILIZADO.
¿Ud. conoce algún político economicamente quebrado?
Yo no.
Pero sí conozco miles de propietarios rurales que han ido a la quiebra.

¿Ud. conoce algún político o funcionario público que se haya alejado de sus funciones empobrecido?
Yo no.

Pero si conozco pequeños propietarios empobrecidos que han perdido las escasas hectáreas que tenían por el degobierno pòlítico hacia el campo.

¿Ud. conoce políticos que al alejarse de sus funciones son varias veces millonarios?
Yo sí.

Pero no conozco muchos ruralistas que en cuatro años hayan, ni por asomo, obtenido fortunas de esas dimensiones. A pesar que trabajan de sol a sol tozudamente.

¿Ud. conoce políticos que se hayan visto perjudicados por las sequías, las inundaciones, el granizo, el precio de los commodities?
Yo no.

Pero sí he visto los desastres naturales y económicos dejando un tendal de trabajadores que solamente generan riquezas para el país, mientras los políticos las despilfarran o mal distribuyen.
Se equivoca el gobierno cuando afirma que la actividad más rentable de la Argentina es el campo y que por ello se efectúan las retenciones.
Para redistribuir las ganancias de los demás entre quienes, supuestamente, deben necesitarlas.
LA ACTIVIDAD MÁS RENTABLE DE LA ARGENTINA , la que no quiebra nunca es la POLÍTICA.

Y yo propongo que se apliquen retenciones del 50% a los sueldos de todos los políticos argentinos y ñoquis para ser redistribuidos socialmente.


Si Ud. está de acuerdo con esto, por favor, reenvíelo.

Muchas Gracias!!

junio 22, 2008

La intervención del estado sólo redistribuye pobreza.

Artículo escrito por Alberto Benegas Lynch (h), publicado en Ámbito Financiero.


A raíz del conflicto con el campo, ha surgido con fuerza un tema sobre
el que es necesario meditar con serenidad. Lo primero que tal vez
convenga precisar es que los ingresos y salarios en términos reales en
la Argentina y en todas partes son consecuencia de la magnitud de la
inversión per capita y ésta a su vez muestra un correlato estrecho con
marcos institucionales estables y respetuosos de los derechos de
propiedad. Si se mira el mapa del mundo se podrá confirmar el aserto: en
los países en los que las tasas de capitalización son mayores, los
ingresos de la población son más elevados debido, precisamente, a la más
jugosa productividad que el proceso engendra. No hay aquí magias ni
alquimias posibles.

En la medida en que el decreto gubernamental pretende sustituir el
antedicho proceso, se posterga o, en su caso, se imposibilita el
progreso. No tiene sentido concebir el ingreso como un «bulto» que
aparece súbitamente y que el aparato estatal debe «redistribuir» .
Producción y distribución constituyen dos caras de la misma moneda, son
imprescindibles. La contrapartida de la colocación en el mercado de lo
producido es la distribución, a saber, el ingreso correspondiente a cada
transacción.

Las personas, con sus compras y abstenciones de comprar distribuyen
ingresos diariamente. En cambio, redistribuir es volver a asignar
políticamente por métodos coactivos lo que ya había distribuido
pacíficamente la gente con sus operaciones comerciales cotidianas.

Eficiencia

El empresario que acierta en los gustos y deseos de sus semejantes
obtiene ganancias y el que se equivoca incurre en quebrantos. En un
mercado abierto ese mecanismo, que se manifiesta a través de los
respectivos cuadros de resultados, establece las diferencias de rentas y
patrimonios. En la media en que tiene lugar este proceso, los siempre
escasos recursos son administrados por las manos consideradas más
eficientes y, consecuentemente, las antedichas tasas de capitalización n
se maximizan con lo que los salarios se hacen más potentes en términos
reales.

Sin duda que esto no ocurre cuando se trata de empresarios prebendarios,
es decir, aquellos que hacen negocios en los despachos oficiales y
mercados cautivos y otras canonjías. Estos son explotadores de la gente
puesto que necesariamente venden a un precio mayor, a una calidad
inferior o ambas cosas a la vez.

Cuando se establecen subsidios o transferencias forzosas debidas a la
morbosa manía de la guillotina horizontal, se detraen factores
productivos de actividades eficientes para entregarlos a áreas
ineficientes con lo que se consume capital que, a su turno, desmejora
salarios. Lo relevante no son las diferencias de rentas y patrimonios ni
la consecuente dispersión del ingreso sino que todos mejoren sus
situaciones respecto de las posiciones anteriores.

En campañas electorales es un lugar común prometer igualitarismos y
redistribuciones (no del patrimonio del político en campaña, claro está,
sino de los bolsillos de otros), pero estas medidas conducen al
empobrecimiento de todos, especialmente de los más necesitados.

Supongamos que en la cúspide del poder se desea nivelar en la marca de
500. Los efectos inexorablemente serán bifrontes: por un lado se tenderá
a no producir más de 500 si se sabe a ciencia cierta que los respectivos
titulares serán expoliados por la diferencia. Por otra parte, los que se
encuentran por debajo de la referida línea de igualación, esperarán
infructuosamente que se los redistribuya puesto que no se produce por
encima de la antes mencionada marca.

Alimentos

En cuanto a los precios internacionales de los alimentos, debe tenerse
muy presente que dejando de lado los factores naturales como la sequía
en Australia y la irrupción de India y China al mercado, debe subrayarse
que estos productos son los que más están sujetos a intromisiones de los
aparatos estatales a través de barreras aduaneras, subsidios, cuotas,
cupos, cargas fiscales descomunales, además de cerradas oposiciones a
adelantos tecnológicos como la de los transgénicos. Esa no es la manera
de combatir la pobreza.

En resumen, la letanía de la redistribución de ingresos siempre
vociferada desde un micrófono y recurriendo a la tercera persona del
plural, nunca se concibe como una obra filantrópica realizada con
recursos propios. Siempre consiste en arrancarle el fruto del trabajo al
vecino y trasmitiendo la curiosa y paradójica lección en la que se
declama que debe ser respetado el indigente con la condición que no
mejore, porque si progresa hay que confiscarle sus bienes y denostarlo.
Lo mismo ocurre con el «pequeño productor» cuyo sueño es ser grande,
pero si logra el propósito hay que derribarlo.. . a menos que los
recursos provengan de la política o de fuerzas de choque adictas al
gobierno.

Los gobernantes deberían ser más pudorosos cuando se pronuncian sobre
las formas de producir y más bien deberían centrar su atención en la
razón elemental de sus funciones, es decir, la seguridad y la justicia.
En materia comercial deberían tener en cuenta lo escrito por el premio
Nobel en Economía, Milton Friedman: «Si a los gobiernos se les entregara
el Sahara para su administración, pronto se quedará sin arena».

Es necesario contar con conocimientos básicos para gobernar porque como
se ha dicho «cuando se comparte dinero con otro queda la mitad, cuando
se comparte comida también queda la mitad pero si se comparte
conocimiento queda el doble» (y, además, habrá más dinero y comida para
todos).

El último libro del autor, anunciado por el Fondo de Cultura Económica
de México para el mes próximo, se titula Estados Unidos contra Estados
Unidos.

El 50 % de Cristina




Don Zoilo: ¡Sra Presidenta! ¿Qué la trae por la chacra? ¿Quiere un mate?

Presidenta: mire Don Zoilo, estuvimos pensando que el 50% de su chacra debe pasar a manos del pueblo.

Don Zoilo: ¿No le parece mucho eso Sra.?

Presidenta: estamos re-distribuyendo la riqueza, Don Zoilo, así que ya lo hemos decidido.

Don Zoilo: si Ud. lo dice Sra… Mire, aquí justito está la marca de la mitad, así que elija y quédese con la mejor parte…

Presidenta: bien Don Zoilo, veo que Ud. comprende las necesidades del pueblo.

Don Zoilo: Bueno Sra, haga suya la mitad que prefiera y listo, yo me tengo que ir a trabajar a la mitad que me queda.

Presidenta: ¿Sabe que pasa, Don Zoilo?… A nosotros -por ahora- nos interesa sólo la producción.

Don Zoilo: ¿Y qué quiere producir en su mitad Sra.?

Presidenta: quiero sembrar ese yuyo que me dijeron que crece solo y que llaman soja.

Don Zoilo: bueno Sra., como quiera, mande los tractores cuando le venga bien.

Presidenta: No Don Zoilo… ¿para qué? Utilice su tractor y listo.

Don Zoilo: Pero… ¿Me va a mandar el combustible Sra.?

Presidenta: No Don Zoilo… compre Ud. el combustible y listo.

Don Zoilo: Pero… ¿Y cuando me mandará el fertilizante, la semilla y el herbicida?

Presidenta: No Don Zoilo, vaya Ud. y compre esas cosas, y no me moleste más que tengo que ir de compras, ando corta de ropa y necesito algunas joyas.

Don Zoilo: ¡Presidenta! Disculpe que la llamo tan temprano, pero su mitad ya está lista para cosechar. Mande las cosechadoras cuando quiera.

Presidenta: No Don Zoilo, contrátelas Ud. nomás y coseche Ud mismo. No sea codicioso, que eso es un pecado capital. ¡Baje la soberbia Don Zoilo!

Fuente: http://coscorrones.wordpress.com

junio 20, 2008

El pez por la boca muere!! Kirchner contra las retenciones!!

Esto decía nuestro actual presidente de facto cuando era candidato (de Duhalde) allá por 2002.

junio 18, 2008

Grotescos modales presidenciales.

En Argentina algo debe cambiar profundamente, y eso es el modo en que sus habitantes se comunican ente sí. Argentina es una sociedad donde no hay un código de comunicación eficaz. Se ha prostituido el lenguaje dándole a la palabra un significado propio para quien la emite; se han reemplazado las reglas de la cortesía por el insulto, la prepotencia y el griterío histérico.

Este pésimo modo de comunicación es el modo preferido del gobierno argentino para dirigirse a la comunidad, principalmente es el modo usado por la presidente Cristina Kirchner y su esposo Néstor Kirchner.

En Argentina no se ha perdido la democracia, se ha perdido la república. En una república verdadera es indispensable el debate para los actos de gobierno, para dar a conocer la comunidad la marcha del gobierno y el estado de los negocios públicos.

Para esto es necesario el lenguaje. Con un lenguaje prostituido, repleto de insultos, mentiras, interpretación tendenciosa y palabras falsas o vacías de significado la república colapsa. Los discursos de Cristina Kirchner apelando a la paz, a los derechos humanos, al bien común no concuerdan con el significado de sus declaraciones. Nadie más que ella prostituye el lenguaje. Sus palabras son absolutamente falsas, demuestran además que es absolutamente intolerante, que no soporta que alguien disienta con ella, y si alguien lo hace inmediatamente es vapuleado sutilmente, y tratado como un enemigo que hay eliminar sin compasión alguna. Sus palabras no concuerdan tampoco con los gestos que hace, el dedo señalador implica enemistad. El lenguaje de gestos es más fuerte y deja en evidencia que lo que Cristina Kirchner dice es radicalmente opuesto de lo que piensa.

Cristina Kirchner apela al patriotismo barato, usando banderas, escarapelas, cantando el Himno Nacional y poniéndose la mano en el corazón; apela a los derechos humanos, pero les niega al productor uno de los más sagrados de los derechos humanos: el de disponer del producto de su trabajo, es decir desconocer el derecho a la propiedad.



Hay derechos inalienables inherentes a la naturaleza del hombre. Estos derechos en sentido amplio son la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. El derecho de propiedad pertenece al último género: el de la búsqueda de la felicidad. Estos derechos, que antes habían sido enumerados en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos por los padres fundadores como Thomas Jefferson, James Madison, Benjamín Franklin, Alexander Hamilton, Patrick Henry, George Washington, etc, como así también por muchos pensadores de diferentes lugares del mundo y filósofos de varias épocas, tales como Aristóteles, no son creados por la autoridad legislativa, ni por el rey, ni por el presidente, estos derechos pertenecen a otro campo, al de la naturaleza humana y están fuera de la jurisdicción de la autoridad civil. Lo que la ley y la autoridad pueden hacer es simplemente reconocerlos, pero no derogarlos ni modificarlos. La Constitución de la Nación Argentina de 1853 ha tenido en cuenta estos principios, y durante las primeras décadas que esos principios se respetaron, fue el periodo más próspero de Argentina.

Las retenciones impuestas por el decreto 125 implican una expropiación, la negación de un derecho natural del hombre, que es de disponer de su propiedad, la que produce su trabajo. Si el hombre no tiene derecho a disponer de lo que produce con su trabajo, menos derecho tiene el clientelismo parasitario que el gobierno protege con tanto tesón. Hay un principio universalmente aceptado en el campo del derecho: ese principio es que no hay imposición sin representación. Este impuesto decretado por Cristina Kirchner ha sido de espaldas al pueblo y contrario a sus intereses. Ha desconocido ese principio, y lo peor es que ha desconocido un principio fundamental en la Constitución Nacional, que es el principio por el cual la iniciativa en materia de impuestos y asignaciones presupuestarias corresponde a la Cámara de Diputados de la Nación y deben ser aceptadas también por el Senado. El presidente de la Nación no puede poner condiciones al Congreso Nacional, en materia de creación de impuestos y cuestiones financiera el Congreso tiene potestad y el presidente no tiene nada que hacer ahí, sólo obedecer la ley. Pretender que el Congreso no puede modificar el decreto es desconocer las reglas establecidas por la Constitución. Lo que se merece el decreto 125 es un rechazo contundente del Congreso, si es que sus miembros son representantes verdaderos del pueblo y es verdad el juramento que han prestado al inicio de sus oficios: el de cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional.

Pero volviendo a lo que estaba diciendo al principio, la presidente Cristina Kirchner debe cambiar el modo de dirigirse a la comunidad. Los impuestos establecidos no son el único problema. Cristina Kirchner es presidente para todo el pueblo y no para una parte. El presidente debe buscar la concordia, conciliar partes en conflicto en vez de agravarlo pretendiendo dividir a la sociedad y enfrentar a una parte de la población contra la otra, acusando a los opositores de genocidas, golpistas, corruptos y tratando cómo héroes a quienes no han hecho nada para merecer ese trato. Debe hacer honor a la palabra y cumplir con lo que dice.

Si no está dispuesta a gobernar para buscar la paz, lo mejor que puede hacer por el país es renunciar, porque tener una busca pleitos en la Casa Rosada es lo que el pueblo de Argentina no necesita. Un presidente debe tener en cuenta que es un empleado, no el propietario. Debe tener en cuenta que el gobierno es para buscar el bienestar de la comunidad y no para enriquecer a unos saqueando a otros. Si un gobierno no tiene en cuenta todo esto, sería lo mismo que su estuviéramos a merced de los piratas y criminales que vagan por el mundo, con la ventaja de que estos cuestan mucho menos que el funcionamiento del gobierno.

Te equivoazzte Néztor

A Néstor Kirchner se le acabó la iniciativa. Esto lo describe un lector del diario La Nación, de Buenos Aires que con mucho humor escribió esto:

Te equivocazzte Neztor! En la demorazia primero ze deztabiliza al gobierno de turno, ze manda a hacer deztrozozz, dezpuezz ze compran votozzz, ze ganan eleczionezz, ze firman decretozzz, ze le mete la mano a la gente para comprar mas votozzz, ze hace mazz campaña mientrazzz ze gobierna, ze pacta con gobiernozzz igualmente democraticozzz, ze mandan cortezz de ruta, ze reprimen otrozzz, ze azignan montonerozz en cargozz importantezzz, ze aziganan juezezz, ze inzulta a la opozizion, ze despreztigian inzztituzionezzz, y ze habla hazta cuando ya no te correzzzponde, y ze zenzura y ataca a la prenza. Y nozotrozz zomoz todos gilezz que creemozz en falzozz idealezzz!!!

junio 08, 2008

Un soldado de la libertad se ha ido.

Un gran periodista se ha ido, pero sobre todo un gran defensor de la libertad.

Dios lo tenga en la gloria a Bernardo Neustadt.

junio 06, 2008

¿Qué haríamos sin precios?

Cuando usted va a comprar algo lo primero que pregunta es ¿cuánto vale? Y al considerar comprarlo instintivamente compara la satisfacción que obtendría con otras que podría adquirir con ese mismo dinero. (Lo que deja de comprar le llamamos “costo de oportunidad”). Lo que no reparamos cuando hacemos esas comparaciones es el hecho de que las podemos hacer sólo porque existen los precios. Sin precios, ¿cómo comparar?

Entonces, surge la pregunta, ¿cómo es que llegan a existir los precios? ¿Acaso alguien o el gobierno los inventa? Alguien dirá que el precio lo fijan los productores sumando su ganancia a sus costos. Esto es cierto sólo en el sentido que el precio tiene que cubrir costos y ganancias para que se produzca la cosa, pero eso es muy distinto a decir que el precio es la suma de ellos porque muchas cosas no se llegan a producir porque su precio no cubre los costos y en esos casos, si se insiste en producirlas, se incurrirá en pérdidas a costillas del patrimonio del productor. Esto nos indica que los precios de lo que se produce, incluyendo los precios de todo lo que se usó para producirlo no se puede establecer arbitrariamente.

¡Qué fácil sería ganar dinero si cada quien estableciera el precio de lo que vende simplemente sumando ganancias a costos! ¡Nadie perdería y todos seríamos ricos!

Puesto que nadie los fija, ¿de donde vienen los precios? La respuesta completa la da la Teoría de Precios basada en lo que se conoce como “utilidad marginal decreciente” que explica cómo “el mercado” establece los precios tomando en cuenta innumerables factores que ninguna persona o institución podría listar, pues incluye la enorme variedad de gustos, el poder adquisitivo de todos y cada uno, la relativa escasez de cada recurso incluyendo accesibilidad de infraestructura, los distintos costos de insumos en cada localidad, las diferentes prioridades de cada familia, el efecto de las diferencias de cultura, sexos y edades de la población, etcétera, todo lo cual, además, está en continuo proceso de cambio. Y, sin embargo, los precios ahí están, cognoscibles por cualquier interesado, en el mercado.

¿Qué es el mercado? Pues es el conjunto de transacciones libres y pacíficas que ocurren diariamente. ¿Transacciones de qué? Pues de derechos de propiedad. Quien vende algo es porque tiene derecho de propiedad de la cosa y quien la compra porque tiene derecho de propiedad del dinero con que paga. Y ¿qué sucede cuando no se reconoce el derecho de propiedad, es decir, cuando las cosas no son de alguna persona particular sino son “de todos”, del gobierno, como en el socialismo? ¿podrá existir una sociedad autónoma socialista sin precios?

A principios de los 70’s en visita oficial a Hungría, pregunté al Vice Ministro de Hacienda cómo fijaban el precio de, por ejemplo, la pimienta, y me respondió lo que yo esperaba, que usaban el precio de donde sí existía propiedad privada, del mundo capitalista.

Lo increíble es que aún hayan personas que se consideren socialistas cuando a nadie se le ha ocurrido cómo establecer algo equivalente a los precios en ausencia de propiedad privada de los medios de producción y libre intercambio. Los socialistas simplemente piensan que más de alguien sabrá, pero si así fuere, ¿por qué nadie lo sabe? La verdad es que ingenuamente están a favor de un sistema que nadie ha descrito y que, por lo tanto, no existe. ¡Que pena!


Fuente: www.prensalibre.com
Este artículo fue enviado por Eneas Biglione de Fundación Hacer

Federalismo y democracia

En América Latina unos cuantos países sufren una baja calidad institucional. En Argentina el gobierno nacional ha hecho tabla rasa con el federalismo estatuido en la Constitución de 1853. En Bolivia, nunca fue establecido un sistema federal, pero los pueblos de interior sufren los designios del poder central, siempre autoritario e ineficiente. El federalismo como sistema de gobierno contribuye a una mejor calidad institucional, dejando al gobierno central las atribuciones necesarias para resolver problemas comunes a todo el país. Los gobiernos locales se encargan de proporcionar los servicios públicos necesarios para el bienestar de la comunidad.
Al respecto, Alberto Benegas Lynch (h) escribió un artículo en la página del Cato Institute.

Ver el artículo

junio 04, 2008

Cristina Kirchner, FAO y la crisis de alimentos.



Cristina Fernández de Kirchner no parecer estar muy ocupada de los asuntos del gobierno. Cada vez se parece más a un sistema monárquico donde ella reina y su esposo es el primer ministro que gobierna.

Los discursos de Cristina Fernández de Kirchner son inentendibles, ni ella sabe lo que dice; le escriben un libreto y ella lo recita. Habla como un loro que aprende por repetición pero no es conciente de lo que dice. La presidente habla en un lenguaje que en el mundo hace mucho tiempo que no se habla y en parte de Argentina tampoco. La presidente tampoco pierde ocasión para culpar a alguien de algún problema que la aqueja, siempre tienen un culpable y a veces en cantidades.

En la reunión de FAO, realizada en Roma, Italia en estos días, aprovechó la ocasión para culpar a los pooles de los problemas en Argentina, también culpó a los grandes países centrales de los subsidios a los productos agrícolas. Se contradice cuando pide a los países que liberen los mercados y eliminen subsidios mientras regula los mercados internos y los estrangula con impuestos.

Cristina F de Kirchner y sus ministros, como ya dije están contra los pooles. Ella y sus ministros no saben lo que quieren, menos cómo conseguirlo. Hoy en día, una economía debe ser competitiva o desaparece. Parece que quieren volver a los viejos métodos de trabajo, costosos y sobre todo ineficientes para estos tiempos. Ignoran absolutamente el concepto de eficiencia. Ven como un pecado la ganancia y la rentabilidad. La eficiencia (uso óptimo de los recursos) es un factor clave para tener un negocio rentable, si un negocio no es rentable no atrae a los inversores, sin inversión de capital no es posible incrementar la producción.

El aumento de la productividad (producir más al mismo costo) en la agricultura sólo es posible hoy en dia con el uso de tecnología sofisticada, esa tecnología tan cara y fuera del alcance para un solo productor, sólo es posible adquirirla asociándose entre muchos productores, esta asociación es un pool y lo que el gobierno considera malo, pero tengo dudas si Cristina Kirchner sabe lo que es un pool.

Si los funcionarios estuvieran preocupados por el hambre en el mundo deberían facilitar la producción de alimentos. Establecer impuestos o barreras aduaneras, u hostilizar a los productores, no es facilitar las cosas sino entorpecerlas e impedirlas.

La crisis de alimentos que los progres de Argentina y del mundo llaman, es por un aumento de la demanda frente a una oferta rígida debido a la larga historia de restricciones crecientes en todos los países del mundo. El aumento de precios en los alimentos es una señal del mercado que indica a los productores que deben producir más, la ganancia es la motivación para producirla.

El incremento en la demanda es ya sabido por el crecimiento económico de China e India, las dos naciones que han adoptado políticas de liberación de los mercados de las sofocantes regulaciones estatales. Gracias a esas reformas que los progres llamarían con desprecio de “liberales” o “capitalistas” han permitido a millones de personas salir del estado de miseria; millones de personas tienen mayor poder adquisitivo y por ende demandan más; todo lo contrario de lo que hacen los países que tienen muchas regulaciones como el nuestro y que se empeñan en hacer todo lo necesario para hacerle las cosas imposibles a la gente que quiere producir, y que nunca resuelven sus problemas económicos.

Otro factor que también impulsa los precios al alza es el uso de alimentos para la producción de combustibles. El problema de los combustibles fósiles y sus elevados precios tiene semejanzas al de los alimentos: excesivas regulaciones. Los combustiblese se producen y comercializan en un mercado oligopólico, que está regulado por la acción de un cártel bastante mafioso como la OPEP, donde unos pocos deciden la cantidad a producir, se reparten el mercado y se fijan cuotas de producción, y casi nunca quieren aumentarla porque esto reduce sus ganancias. Un oligopolio está bastante alejado de un mercado libre, y muy cerca a un mercado regulado.

Los subsidios que los gobiernos establecen para los productores de aliementos tampoco son buenos para la producción en el largo plazo, los subsidios crean inseguridad y dependencia del productor respecto del gobierno. Un subsidio significa que se premia al más ineficiente a expensas del eficiente que produce más cantidad a menor costo, además el subsidio distorsiona los precios relativos y la relación de oferta y demanda, en el largo plazo. El subsidio es además un instrumento político que los políticos han usado con absoluta impunidad como arma de extorsión.

Esta crisis de aliementos se resuelve con más producción y todo lo que se necesita para conseguir un aumento es eliminar restricciones legales y reducir impuestos. Ni la FAO, ni la ONU ni los gobiernos incrementarán la producción, pero si pueden hacer algo por ella: abolir todo lo que han hecho y dejar en paz a la gente que quiere trabajar y producir.