La campaña electoral sube de temperatura.

Hoy en el diario La Nación de Buenos Aires, Graciela Ocaña, ex socia de Elisa Carrió dijo: “No se porqué Lilita cambió tanto”, ayer la desbocada y descerebrada Vilma Ripoll dijo en televisión, que Carrió cada día incorpora en sus filas un personaje nefasto de la “derecha”. Hoy Carrió ha dicho que Ricardo López Murphy ocupará un lugar trascendente en su virtual gobierno. Tal vez tenga pensado nombrarlo jefe del gabinete de ministros, ¿quién sabe?. De todos modos es un movimiento positivo, un giro a la derecha de la candidata presidencial. La izquierda jurásica del ARI, está reaccionando. El dinosaurio Marta Maffei ha dicho que Ricardo López Murphy no es “santo de su devoción”.

Por lo visto el asesoramiento de Alberto Benegas Lynch a Carrió a surtido efectos. No obstante para que Carrió se convierta en una libertaria hay un abismo de distancia. Lo importante es que se creen fuerzas opositoras que limiten al gobierno, que restablezcan la institucionalidad, y obliguen al gobierno a limitarse al orden legal. Esto es lo más urgente. Pués la república está en el último estado de desgracia y Argentina se encamina directo y de prisa a una tiranía como la venezolana o la cubana.

Abel Posse escribió también en el diario La Nación un impresionante artículo. El autor relata detalladamente el rumbo que transita Argentina, la degradación institucional sin precedentes, y llama a la ciudadanía a tomar conciencia del peligro que representa para la comunidad los desbordes del poder.

Quebrar el pacto de resignación

Por Abel Posse

LANACION.com Opinión Miércoles 17 de octubre de 2007

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