A 50 años de la revolución cubana, el paraíso de abundancia prometido todavía no ha llegado, pero el aparato de espionaje de Fidel Castro y su revolución dentro y fuera de Cuba es formidable. Negocian información adquirida en otros países y se los venden al terrorismo.
Lo peor es que haya tantos estúpidos que creen este cuento del socialismo con un mundo repleto de abundancia para todos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario