"El Estado es la gran entidad ficticia por la que todos buscan vivir a expensas uno del otro". Frédéric Bastiat
julio 07, 2013
Impuestos: lo que el gobierno no te cuenta.
Un trabajador promedio aporta el 53% de sus ingresos a sostener el costo del estado. Un agricultor de Pehuajó aporta el 84% de su ingreso al estado y queda sólo para él el restante 16%. Aún así, el estado argentino tiene un gigantesco déficil, una astronómica deuda pública a pesar de haber declarado en deffault su deuda hace diez años. El gasto público clasificado en los tres departamentos del gobierno son: Ejecutivo 93%, Judicial 6%, Legislativo 1%
El fracaso del intervencionismo: el granero del mundo se queda sin trigo
Argentina, el gran
granero del mundo se queda sin trigo. Este es el resultado del intervencionismo
gubernamental en el mercado: regulaciones imposibles, impuestos asfixiantes,
intromisiones en las decisiones empresariales, etc. La cosecha de trigo de este
año bajó de un promedio de 17 millones de toneladas anuales a 9 millones. Ha
sido la menor superficie sembrada en 110 años.
El gobierno no autoriza
la importación de trigo porque hiere el orgullo nacional de ser el granero del
mundo, además del poderoso argumento que la oposición tendrá contra el gobierno a semanas de las elecciones de congresistas, pero haría vista gorda para que entre trigo en forma de contrabando
desde Uruguay, donde el precio está a la mitad que en las plazas de Rosario y Buenos
Aires.
Leer nota entera en: El Observador
Mario Vargas Llosa: Venezuela y Cuba son lastes para América Latina.
Por Barbara Ayuso
"Hoy en Venezuela hay un régimen ilegítimo, ilegal e
incompentente", señaló, "porque desconoció la voluntad popular y se
negó a llevar a cabo un recuento". Desde las elecciones que situaron en el
poder a Nicolás Maduro, "se ha
profundizado la ilegalidad y están reprimiendo aún más la voz de la
disiencia", denunció.
El desabastecimiento que
sufre el país caribeño es, para Machado, la "verdadera muestra de
incompentencia de un país petrolero que importa gasolina de EEUU y compara
armas para guerra pero donde no se puede conseguir papel higiénico ni
leche".
Fuente: Instituto Independiente.
junio 23, 2013
Mensaje a los seguidores de Ron Paul. Podemos ser libres a pesar del gigantesco gobierno.
Este vídeo de Stephan Mouleneaux data del año 2008 y fue dirigido a los seguidores de Ron Paul al comienzo de las elecciones primarias de aquel año. Pese al tiempo transcurrido no ha perdido valor el mensaje. Moulenaux, dice que mover a la gente en una dirección a la reducción del tamaño del gobierno es inútil, un derroche de energía innecesario, pero que cada individuo puede ser libre a pesar de las regulaciones y el grotesco intervencionismo del gobierno en su vida.
Fuente: Free Domain Radio
marzo 06, 2013
Acerca de la Legitimidad de la Representación Política
Pero estos hombres que claman y
ejercen este dominio absoluto e irresponsable sobre nosotros, no se atreven a
ser consistentes, y decir que son nuestros amos, o que les pertenecemos como
propiedad. Ellos dicen que son sólo nuestros servidores, agentes, defensores, y
representantes.
Pero esta declaración implica una absurdidad, una contradicción. Ningún hombre puede ser mi servidor, agente, defensor o representante, y ser, al mismo tiempo, incontrolable para mí, e irresponsable ante mí por sus actos.
Si yo lo hice incontrolable por mí, e irresponsable ante mí, ya no es mi servidor, agente, defensor o representante. Si le di poder absoluto e irresponsable sobre mi propiedad, yo le di mi propiedad. Si le di poder absoluto e irresponsable sobre mí mismo,
lo hice mi amo, y me di a él como esclavo. Y no es importante si lo llamo amo o esclavo, agente o propietario. La única pregunta es, ¿qué poder puse en sus manos? ¿Fue un poder absoluto e
irresponsable? ¿O un poder limitado y responsable?
Todavía hay otra razón por la que no son ni nuestros servidores,
agentes, defensores, ni representantes. Y esa razón es, que nosotros no nos hacemos responsables de sus actos. Si un hombre es mi servidor, agente o defensor, yo necesariamente me hago responsable de todos sus actos cometidos dentro de los límites del poder que yo le confié. Si le he confiado, como mi agente, o poder absoluto, o cualquier poder, sobre las personas o
propiedades de otros, de esa manera me hago necesariamente responsable ante aquellas personas por cualquier daño que él pudiera ocasionarles, mientras que él actúe dentro de los límites del poder que le otorgué. Pero ningún individuo que pudiera ser perjudicado en su persona o propiedad, por actos del Congreso, puede ir a los electores individuales, y responsabilizarlos
por estos actos de sus supuestos agentes o representantes. Este hecho prueba que estos pretendidos agentes del pueblo, de todos, son realmente los agentes de nadie.
- Lysander Spooner, "Sin Traición: La constitución sin autoridad" (1870)
Pero esta declaración implica una absurdidad, una contradicción. Ningún hombre puede ser mi servidor, agente, defensor o representante, y ser, al mismo tiempo, incontrolable para mí, e irresponsable ante mí por sus actos.
Si yo lo hice incontrolable por mí, e irresponsable ante mí, ya no es mi servidor, agente, defensor o representante. Si le di poder absoluto e irresponsable sobre mi propiedad, yo le di mi propiedad. Si le di poder absoluto e irresponsable sobre mí mismo,
lo hice mi amo, y me di a él como esclavo. Y no es importante si lo llamo amo o esclavo, agente o propietario. La única pregunta es, ¿qué poder puse en sus manos? ¿Fue un poder absoluto e
irresponsable? ¿O un poder limitado y responsable?
Todavía hay otra razón por la que no son ni nuestros servidores,
agentes, defensores, ni representantes. Y esa razón es, que nosotros no nos hacemos responsables de sus actos. Si un hombre es mi servidor, agente o defensor, yo necesariamente me hago responsable de todos sus actos cometidos dentro de los límites del poder que yo le confié. Si le he confiado, como mi agente, o poder absoluto, o cualquier poder, sobre las personas o
propiedades de otros, de esa manera me hago necesariamente responsable ante aquellas personas por cualquier daño que él pudiera ocasionarles, mientras que él actúe dentro de los límites del poder que le otorgué. Pero ningún individuo que pudiera ser perjudicado en su persona o propiedad, por actos del Congreso, puede ir a los electores individuales, y responsabilizarlos
por estos actos de sus supuestos agentes o representantes. Este hecho prueba que estos pretendidos agentes del pueblo, de todos, son realmente los agentes de nadie.
- Lysander Spooner, "Sin Traición: La constitución sin autoridad" (1870)