Las bolsas de valores han tenido perdidas significativas en estos días y principalmente hoy 21 de enero. El motivo principal de la caída en los precios de las acciones es una recesión en ciernes en la economía de los Estados Unidos, que tiene un tamaño decisivo en la economía mundial, con un 30% de participación, y es además el motor que empuja a la economía de todos los países.
Estados Unidos ha tenido un largo periodo de crecimiento sostenido de la economía. No ha tenido una recesión con disminución de su PBI desde 1982.
Ha sido un periodo excepcionalmente largo. Todos los economistas dicen que la economía no crece constantemente sino en intervalos, y esos intervalos normalmente han venido sucediendo cada seis o siete años. Desde 1983, cuando la economía de los Estados Unidos inició su crecimiento luego de las desgravaciones y desregulaciones que aplicó el ex presidente Ronald Reagan, creció 9.3% en 1983 y 7.5% en 1984. Prosiguió su crecimiento a un promedio de 4% desde 1985 hasta la fecha, siendo el menor crecimiento en 1992 con solo 2%.
Hay otros efectos que agravan el problema entre ellos, el déficit presupuestario luego del aumento de los gastos públicos federales y sobre todo una inflación de costos, producida por incrementos en los costos de producción de las empresas, debido a mayores cargas tributarias y al aumento de los precios de la energía. Las recesiones en circunstancias normales suelen durar uno o dos años en los Estados Unidos, y durante los periodos recesivos aumenta el desempleo. Una recesión es un re acomodamiento, no un quebranto. Algunas actividades económicas dejan de ser rentables y son abandonadas por otras nuevas. La recesión implica necesidad de un cambio.
Para una nación con alta estabilidad política, donde ningún grupo o sector tiene una influencia decisiva en la política no sucede nada que se deba temer. Las recesiones llegan solas y se van solas, mientras los gobiernos no intervengan en la economía y dejen que las leyes del mercado surtan sus efectos y el mercado busque su equilibrio de acuerdo a sus leyes. Lo peor que puede suceder es que el gobierno de los Estados Unidos se sienta tentado a hacer demagogia, interviniendo en los mercados torpemente como lo hacen las demás naciones de América, como por ejemplo: manipulando la oferta monetaria, aumentando el gasto público, o imponiendo regulaciones a las actividades económicas.
Una recesión en los Estados Unidos tendrá efectos negativos poco significativos para ellos, pero a los países emergentes de materias primas les produce un efecto mucho más grave.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez aboga permanentemente por romper la dependencia de las naciones latinoamericanas respecto de los Estados Unidos. Venezuela puede reducir su dependencia disminuyendo la importancia en sus ventas de petróleo a los Estados Unidos y ser menos cliente-dependiente de ellos. Ahora que se avecina una recesión en los Estados Unidos veremos que tal le va a Venezuela, Hugo Chávez y sus petrodólares, porque una disminución de sólo 5% de petróleo en los Estados Unidos representa para Venezuela una disminución de 70% en sus ingresos.
http://www.lanacion.com.ar/economia/nota.asp?nota_id=980656
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