por Gabriela Calderón
Gabriela Calderón es editora de ElCato.org y columnista de El Universo (Ecuador).
La palabra ‘democracia’ ha sido utilizada con tanta arbitrariedad que hoy se usa para describir a gobiernos tan disímiles como los de Cuba, Venezuela y Suiza.
Un país con un presidente que gobierna, legisla, manipula el organismo electoral y controla las fuerzas armadas (cuyo lema ahora es “Patria, Socialismo o Muerte”), como Venezuela, hace ratos que dejó de ser democracia, y pasó a ser una grotesca caricatura de democracia.
Sin embargo, dice el Presidente Correa que es un régimen democrático puesto que “ha ganado nueve elecciones consecutivas”. Lo que nuestro Presidente no dice es que, por ejemplo: la OEA, la Unión Europea y el Congreso de España todos han establecido que los procesos electorales de 2004 y 2005 carecían de transparencia.
Tampoco se puede hablar de un proceso electoral justo y transparente cuando la libertad de prensa es severamente coartada desde el 2005, año en que se modificó el Código Penal venezolano haciendo que sea un crimen—penado con hasta 15 años de cárcel—hablar mal del gobierno o acerca de uno de sus altos funcionarios.
Es realmente preocupante que en el siglo XXI y después un gobierno de partido único que ha durado 48 años, todavía estemos debatiendo en Ecuador si Cuba es o no una democracia. Bajo ninguna definición tradicional de ella (ya sea parlamentaria, presidencial, directa o participativa) podría el régimen cubano ser descrito como una democracia.
Su convaleciente líder, Fidel Castro, tampoco puede ser considerado un demócrata cuando se ha dedicado casi medio siglo a mandar sobre la isla como si fuera su hacienda. ¿Puede considerarse democracia un país donde el único empleador es el Estado y donde a los disidentes se les prohíbe obtener empleo? ¿Puede considerarse democracia un país en el que uno no tiene libertad de salir y entrar libremente? ¿Puede considerarse democracia un país donde por vender o comprar carne a uno lo meten en la cárcel por un año? (En la Hacienda Castro, solo los Castro pueden darse ese “lujo”) ¿Es democracia un país donde los medios de comunicación son únicamente estatales? ¿Puede ser democracia un país donde no se le permite moverse libremente dentro del país?
No obstante, hay personas como nuestro Presidente o el Presidente boliviano, Evo Morales, que todavía insisten en decir que Fidel Castro no es un dictador y que en Cuba hay democracia.
En fin, si vamos a tener un debate honesto es necesario que se definan claramente los términos. Si en algo podemos estar de acuerdo es que para que haya democracia tienen que haber algunas condiciones elementales:1º división de poderes; 2º libertad de expresión (que solo se puede ejercer a través de una prensa libre); 3º elecciones transparentes; 4º y más de un partido político.
Cuba no satisface ni uno de esos elementos. Venezuela solo satisface el requisito de tener más de un partido político. Ecuador, desde el momento en que se establezca la Asamblea todopoderosa, no cumplirá con la primera característica.
No pareciera necesario explicar algo tan obvio como el hecho de que Cuba es una dictadura donde por casi medio siglo se les ha negado la libertad a millones de cubanos. Pero como decía George Orwell, “Hemos caído hasta tal profundidad que la repetición de lo obvio se ha vuelto el principal deber de los hombres inteligentes”.
Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 16 de octubre de 2007.
Fuente: www.elcato.org
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