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julio 07, 2013

Mario Vargas Llosa: Venezuela y Cuba son lastes para América Latina.


Por Barbara Ayuso

"Hoy en Venezuela hay un régimen ilegítimo, ilegal e incompentente", señaló, "porque desconoció la voluntad popular y se negó a llevar a cabo un recuento". Desde las elecciones que situaron en el poder a Nicolás Maduro, "se ha profundizado la ilegalidad y están reprimiendo aún más la voz de la disiencia", denunció.


El desabastecimiento que sufre el país caribeño es, para Machado, la "verdadera muestra de incompentencia de un país petrolero que importa gasolina de EEUU y compara armas para guerra pero donde no se puede conseguir papel higiénico ni leche".

junio 25, 2010

Hugo Chávez y sus vínculos con el terrorismo internacional

Dos analistas de política internacional, Julián Schvindlerman y Pedro Trujillo describen la relación de Hugo Chávez con el régimen iraní y el terrorismo internacional. Hablan también de la política latinoamericana y por qué el populismo prospera en esta región y los peligros de que éste y el terrorismo internacional hagan alianzas.

Parte 1

Parte 2


Parte 3

Parte 4

febrero 20, 2010

Argentina: CFK con el síndrome de Galtieri.

Será la malvinización de la política argentina, es decir, crear un conflicto con Gran Bretaña como hizo Galtieri en 1982, la salida a la crisis política de los Kirchner. En efecto en 1982, cuando el desgaste del gobierno militar era evidente, Galtieri dispuso medidas restrictivas al trafico marítimo en el Atlántico Sur; luego vino la expedición argentina a las Islas Georgias que terminó con el conflicto del buque Endurance y dias después en la ocupación militar del territorio de las islas Malvinas.

Sería demasiado loco e irresponsable crear un conflicto de tanta envergadura para salvar el gobierno, pero de los déspotas se puede esperar cualquier cosa. Hugo Chávez está amenazando infundadamente a Colombia para crear un conflicto que despierte el sentimiento nacionalista en la población venezolana y de paso aprovecharse de él para consolidarse en el poder. Las guerras siempre han consolidado los estados y los gobiernos.

HACER, ha publicado un artículo al respecto, sobre el desgaste del poder político de los Kirchner:

Argentina: CFK con el síndrome de Galtieri – por Carlos Tórtora

noviembre 26, 2009

La gran solución

Vas a tener relaciones sexuales?
El Gobierno te facilita los preservativos.

¿Ya las tuviste?
El Gobierno te ofrece la píldora del día después.

Has quedado embarazada?...
El Gobierno te garantiza el aborto.

Tuviste un niño?
El Gobierno te regala $ 180 (por cada chico y hasta cinco hijos)

Estás desempleado?
El Gobierno te paga el paro.

Eres vago y no te gusta trabajar?
El Gobierno te concede ALGÚN PLANCITO de subsistencia.

AHORA.... PROBA ESTUDIAR, TRABAJAR, PRODUCIR... A VER QUÉ OCURRE!!!

EL GOBIERNO TE SUBE LOS IMPUESTOS PARA PAGAR TODO LO ANTERIOR

No seamos pelotudos pasémoslo a todos los que de una forma u otra
contribuimos con estos H. D .P. para que sigan fomentando la
vagancia


Enviado por Luis

mayo 28, 2009

La palabra, esa cosa tan temida por los tiranos.



Marios Vargas Llosa también fue detenido en el aeropuerto de Caracas durante una hora y media. Durante su detención recibió órdenes del régimen de no hablar de política y la humillación de haber tenido que soportar que se revise todo su equipaje exhaustivamente, con alguna sospechosa intensionalidad

Otras personalidades que han asistido al seminario organizado por Cato Institute y CEDICE, como Ricardo López Murphy de Argentina, tuvieron que pasar por situaciones de intimidación similares.

diciembre 09, 2008

Porqué Argentina es pobre.



Espero que se vea en la televisión. ¿Que canal se atrevería a pasarlo sin cobrar?
Mmmmmm.....La plata del Sr Kirchner es más dulce.

Video producido por Foro Republicano www.fororepublicano.com


octubre 30, 2008

Qué es el Populismo



En el video que se ve en este post, Nicolás Márquez cuenta que es el populismo, porque esa palabra está tan repetida en los actuales tiempos. El autor cuenta también como un demagogo populista necesita hacer una "telenovela" para darle a su régimen una apariencia de legitimidad. Las instituciones políticas no le interesan al demagogo pero este trata de disimularlo con parodias de legitimidad, tal es el caso de los demagogos que gobiernan actualmente muchos países latinoamericanos, que incansablemente repiten términos como: democracia, social, justicia; además del odio que fomenta contra otros paises del mundo, creando fantasmas de supuestos complots o acciones de estados enemigos.

Ahora que estamos próximos a los 25 años del fin de los gobiernos militares, mucha gente celebrará el retorno de la democracia, pero podemos darnos cuenta, al menos yo lo creo asi, que la democracia en Argentina no llegó con las elecciones de 1983. Tenemos elecciones e instituciones, pero es una parodia de democracia y una parodia de república. El nombre más adecuado que se ocurre para nombrar lo que tenemos es "mierdocracia"

octubre 02, 2008

Chile también en la pendiente del populismo


Chile ha sido la excepción hasta antes de la elección de Michele Bachelet a la presidencia, en la ola populista-socialista que arrasa a casi toda latinoamérica. Desde la época del régimen militar de Augusto Pinochet, el crecimiento económico ha sido la meta principal de esa nación y lo han conseguido. Chile desde principios de los ochenta ha tenido un sostenido crecimiento económico, como resultados de políticas económicas de libre mercado. Incluso Chile es hoy en día la nación primera en número de tratados de libre comercio firmados con otras naciones. Pero en los últimos tres años, la economía de Chile ha sufrido una importante baja en su rendimiento, el brillo de sus indicadores económicos se ha perdido, y la señora Michelle Bachelet, tan encantadora como ineficiente, con sus ilusas políticas populistas, ha sido la principal responsable de la pérdida de ese esplendor que Chile tuvo hasta hace muy poco tiempo.


En el Cato Institute se publicó este informe, que transcribo más abajo, escrito por Axel Kaiser


Protección social en Chile: hacia el mito del estado de bienestar
Axel Kaiser
Fuente: www.elcato.org

De un tiempo a esta parte, intelectuales y políticos cercanos al progresismo han promovido la idea de que Chile debe alejarse del esquema de desarrollo económico anglosajón, para seguir un modelo de bienestar al estilo europeo. El objetivo es la creación de un “estado social de derechos”, tal como lo ha señalado en reiteradas ocasiones la presidenta Bachelet.

El problema de este enfoque pro Estado de bienestar, es que suele caer en una falacia al no detenerse, como cuestión previa, en la reflexión acerca del origen del bienestar. En efecto, pues la generación de riqueza es un paso anterior e ineludible para desarrollar estructuras de bienestar o protección social, tal como lo demuestra el caso de Canadá.

En ese país, entre los años 1947 y 1986 el producto geográfico bruto per cápita aumentó de $7.402 dólares a $19.925 dólares debido, entre otras razones, a la liberalización del comercio. Ello permitió que en ese mismo período los gastos en educación aumentaran, en términos reales, de $147 dólares a $1237 dólares per cápita, es decir, de un 1.99% del PGB a un 6.79% del PGB. Simultáneamente, el gasto en salud se incrementó, en términos reales, de un 0.72% a un 6.18% del PGB. En fin, los beneficios financieros directos por medio de diversos programas sociales aumentaron en prácticamente quince veces en el mismo período.

Como se observa, los canadienses hicieron del crecimiento económico la columna vertebral de su sistema de protección social.

En Chile, los gobiernos de la Concertación han ido peligrosamente en el sentido opuesto. El Estado ha crecido sofocando la economía por medio de nuevos impuestos, regulaciones y controles de diverso tipo. La consecuencia ha sido que el desempeño económico se ha deteriorado considerablemente, comenzando a observarse un cuadro que hace tiempo es una realidad crítica en varios países de Europa, cuyos modelos de seguridad social inspiran el proyecto del gobierno de la Presidenta Bachelet. El demócrata cristiano Baldur Wagner, ex secretario de la Republica Federal Alemana, explica: “La falta de inversiones y el alto desempleo, el déficit presupuestario, un récord histórico de las contribuciones e impuestos y el creciente deterioro de la calidad del medioambiente son los factores que actualmente caracterizan la situación económica en Alemania y en Europa en general” .

Luego, el político alemán sostiene que el camino correcto es precisamente el opuesto al que plantea el gobierno chileno: “Hay que disminuir el tamaño del Estado (......) La expansión de las actividades del Estado en el pasado ha reducido los ingresos de los ciudadanos masivamente, disminuyendo así sus posibilidades de autoabastecerse y debilitando su iniciativa propia”.

La reflexión anterior permite concluir que el modelo de seguridad social que ha venido desarrollando Chile, no cumplirá sus objetivos al atentar directamente en contra del pilar fundamental del bienestar, a saber, la creación de riqueza a través del desarrollo económico. De este modo, el esquema de prestaciones universales impulsado por la coalición gobernante no es viable en el mediano plazo. De hecho, los efectos de la mayor intervención estatal ya comienzan a observarse, siendo su principal síntoma el estancamiento de la economía.

A lo anterior se agrega el hecho de que el Estado chileno requiere de una profunda modernización para administrar con eficiencia los recursos destinados a la protección social. Los cada vez más frecuentes casos de corrupción en los programas sociales y las gigantescas pérdidas de dinero en proyectos como Ferrocarriles del Estado, indican que urge una reforma general del aparato público en orden a lograr una asignación eficiente de los recursos. De no realizarse tal reforma, todo esfuerzo por avanzar hacia una mayor protección social corre el riesgo de verse frustrado.

En suma, el gobierno chileno debiera privilegiar siempre el desarrollo económico como paso previo a una expansión del sistema de protección social y a la vez poner énfasis en la modernización del Estado. Sin ello, el país corre el riesgo de fracasar tanto en lo económico como en lo social.

septiembre 14, 2008

La violencia no la alimenta la "Oligarquía"

En la verborragia de los presidentes Evo Morales y Hugo Chávez hay una permanente instigación a la violencia: amenazas a los adversarios, odio a los Estados Unidos, insultos a los presidentes de otros países, uso de fuerzas de choque contra instituciones que ellos consideran enemigas. Sin embargo cuando los hechos de violencia se consuman culpan a la oligarquía por los hechos.

En el video que se puede ver a continuación muestra como doce (algunos medios dicen dieciséis) personas han sido asesinadas por ráfagas de ametralladoras. Los asesinados son partidarios del presidente Evo Morales, pero las metralletas que usaron los atacantes fueron capturadas a las milicias pro Morales y provistas por Hugo Chávez.



En que quedan las permamentes acusaciones a los Estados Unidos por su intervencionismo en los asuntos de los países americanos, después de ver este video donde el Sr Chávez con una absoluta falta de pudor dice esto. Qué derecho tiene él de intervenir en la política de una nación extranjera. Por qué el se atribuye un derecho que le niega a otro estado extranjero. Nadie tiene derecho a entrometerce en un asunto ajeno, esto es un problema de bolivianos y sólo debe ser resuelto por ellos.

Mientras tanto Evo Morales y los prefectos de los cinco departamentos que rechazan la constitución socialista que Morales quiere imponer se reunen para encontrar una salida a la crisis, cuando esta a la vista que con Evo Morales es imposible dialogar. El señor Morales quiere guerra.

Mientras tanto, en los departamentos opositores a Morales comienza a producirse una escasez de gas y naftas por los sabotajes a las refinerías de gas y petróleo, como represalia de Morales a las demandas de autonomia de los departamentos.

julio 12, 2008

Con un minuto de silencio no alcanza

Los Kirchner que tanta alharaca hacen de los Derechos Humanos y se ufanan de ser los más enérgicos defensores ya tienen dos muertos con sus populacherías demagógicas: Carlos Marriera y Juan Valdez de 21 y 54 años de edad y ambos de Tucumán.

En la nefasta costumbre peronista de transportar a la gente como ganado a los actos públicos organizados por funcionarios, para que los manifestantes pagados hagan falsos gestos de aprobación, que están costando cada vez más caro y que ningún funcionario se hace cargo de los destrozos producidos o pero aún de las muertes provocadas.

Hasta el momento ningún funcionario ha sido demandado ni ha asumido su responsabilidad por los hechos. Los Derechos Humanos de estas personas no existen.

Ver artículo de la editorial del diario La Nación:

Editorial INo alcanza con un minuto de silencio
lanacion.com | Opinión | S?do 12 de julio de 2008

julio 06, 2008

El Estado Depredador

Por Antonio Margariti


La Argentina se ha convertido en un lugar donde los gobernantes se dedican a preservar sus intereses particulares mediante el pillaje, el saqueo impositivo y la devastación de las instituciones.

Entre los economistas, ha sido una cuestión muy debatida la que se vincula con la dirección del proceso económico del país.

Dicha controversia se refiere a una milagrosa coordinación que se produce todos los días. En efecto, causa admiración comprobar que el proceso económico cotidiano funciona con la precisión de un reloj sin que la mayoría de nosotros repare en quién, cómo, cuándo, dónde y mediante qué instrumentos se realiza dicha coordinación.

Diariamente, el almacenero, el carnicero, el verdulero o el panadero abren sus puertas y tienen disponibles los alimentos que los hogares necesitan. Del mismo modo, existe una coordinación muy precisa que permite que miles de camiones cargados con cereales, oleaginosas, harinas, aceites y biodiesel lleguen oportunamente al puerto, desde lugares lejanos. También observamos que los buques de ultramar esperan en las radas -fluviales o marítimas- para cargar esos productos granarios en sus bodegas y, rápidamente los transportan a los puertos de destino donde son recibidos por fabricantes que los transforman en alimentos y los distribuyen mediante una compleja red de comercialización.

Millones de trabajadores, con millones de bienes intermedios, en millones de lugares, se coordinan todos los días para producir, transportar, distribuir y poner al alcance de millones de consumidores los millones de productos que necesitan.

Así funciona una economía moderna. Con un grado de división del trabajo jamás alcanzado en el pasado y un nuevo tipo de tecnología en todas las formas de producción, a través de sistemas de registros de datos intercomunicados por una red mundial. La economía se ha convertido en uno de los aparatos más complicados creados por el hombre y que reacciona con la máxima sensibilidad a cualquier interferencia o error en el proceso de coordinación.

Mercado o planificación

Desde que se tuvo conciencia de esta compleja coordinación del proceso económico, ha habido un acuerdo científico en señalar que existen dos únicas formas de coordinación: el mercado o la planificación estatal.

Ludwig von Mises (1881-1973) afirmaba que “simplemente no hay otra opción que ésta: que el Estado se abstenga de interferir alterando el libre juego del mercado, o que se delegue el manejo completo de la producción y distribución en los funcionarios del gobierno. Ya sea mediante el orden de la competencia, que coordina el interés individual con el interés general, o la dirección centralizada del proceso económico en manos del Estado, no hay otro camino intermedio”.

Sin ninguna duda la función coordinadora del mercado ha sido infinitamente superior a la tarea de dirección de la planificación estatal, caracterizada por su brutalismo, impregnada de errores e ignorancia, plagada de despilfarros y enlodada por la corrupción de los gobiernos, tal como lo experimentó la Unión Soviética con los planes quinquenales desde 1921 a 1989, en que el Gosplan (Comité Estatal de Planificación de la URSS) terminó grotescamente.

Es obvio que el funcionamiento del mercado sólo produce resultados óptimos cuando opera dentro de un régimen de sana competencia y, legalmente se impiden los intentos de fraude, engaño, violencia o predominio mediante el monopolio. La sana competencia requiere y depende de condiciones morales que pueden condensarse en estas tres simples reglas: posesión pacífica de los bienes, transmisión por consenso y cumplimiento de las promesas. Como decía Wilhelm Röpke (1899-1966) “la intervención estatal es necesaria para respetar y hacer cumplir esas reglas, pero es esencial que se haga “conforme” al mercado, es decir dentro de leyes que permitan la libre competencia, nunca en contra de ella”.

La tercera vía

En algunos países se intentó seguir una tercera vía bajo los lemas: “ni mercado ni planificación central”, “tercera posición”, “plan y antiazar”. El caso más importante fue la experiencia francesa de la “planificación indicativa” desarrollada entre 1952 y 1973. Fue concebida como un método científico basado en modelos econométricos, que tenían en cuenta la programación lineal, las teorías secuenciales y el empleo de la matriz input-output para pronosticar el futuro. Intentaban eliminar la incertidumbre para que la economía funcionara mecánicamente. Mediante esos modelos los ingenieros sociales franceses pretendieron llevar a cabo una acción deliberada para asignar recursos a cada sector al margen de las fuerzas del mercado.

El método consistía en realizar un gigantesco estudio de mercado entre todos los sectores de la economía nacional y todas las regiones del país. Su autor intelectual fue Pierre Massè (1898-1987) un notable matemático experto en teoría del azar, programación dinámica y principio de mínima de Pontriagyn, acompañado por Louis Armand (1905-1971) y Jean Fourastiè (1907-1990). Tales científicos diseñaron una política económica que no suprimía la libertad de empresa, pero indicaba a los agentes económicos las directrices que el Gobierno y el sector público iban a seguir en el próximo quinquenio. Recibió el nombre de planificación indicativa para distinguirla de la planificación centralizada forzosa, de la Unión Soviética. Sin embargo, la experiencia francesa fracasó estrepitosamente porque en 1973 la primera crisis del petróleo hizo estallar todas las previsiones globales. Allí comprobaron que el crecimiento económico -después de la IIª guerra mundial- hubiese ocurrido mucho mejor sin la planificación indicativa. Pero la rigidez burocrática que impuso a la economía francesa terminó liquidando todo resto de espíritu innovador y anulando los reflejos de adaptación para enfrentar una imprevista crisis mundial.

Experiencia argentina

Desde hace 5 años, el gobierno argentino ha decidido seguir una cuarta vía, la vía del “sin”.

Sin mercados libres. Sin plan quinquenal. Sin planificación indicativa. Sin estadísticas confiables. Sin reglas políticas. Sin garantías constitucionales. Sin estabilidad monetaria. Sin razonables impuestos a la exportación. Sin relaciones internacionales de jerarquía. Sin contactos con organismos mundiales de crédito. Sin parlamento autónomo. Sin justicia dispuesta a poner limites. Sin seguridad personal en la vía pública o en el hogar. Sin pudor en las licitaciones.

Durante estos años, el Estado argentino se ha ido convirtiendo en un verdadero Estado depredador, que es aquél donde sus gobernantes se dedican a preservar sus intereses particulares mediante el pillaje, el saqueo impositivo y la devastación de las instituciones, imponiendo su poder omnímodo con la complicidad del Congreso y la sumisión de la Justicia.

Con confiscaciones impositivas, exacciones injustas, presiones políticas de organismos reguladores y movilización de fuerzas de choque reclutadas en la clientela asistencial, nuestro Estado depredador ha dirigido la economía pensando sólo en el corto plazo. Su máximo umbral de horizonte se encuentra en la próxima elección. Hasta allí estiran sus enfoques, pero ni un metro más allá.

Esta parcial visión de la realidad sólo tiene en cuenta el aspecto político, ignorando todas las demás cuestiones por donde transcurre la vida real de las personas: los aspectos culturales, económicos, religiosos, científicos, tradicionales, familiares, emocionales y regionales que definen el estilo de vida elegido por los ciudadanos.

Antonio I. Margariti es economista y autor del libro “Impuestos y pobreza. Un cambio copernicano en el sistema impositivo para que todos podamos vivir dignamente”, editado por la Fundación Libertad de Rosario.
Este es un artículo publicado por Antonio Margariti en el sitio http://www.economiaparatodos.com.ar/

julio 02, 2008

La nueva iglesia roja rojita

Hugo Chávez no deja de sorprender. Cómo dije en un post anterior, Hugo Chávez tiene su propia iglesia. Es el nuevo mesias que salvará al pueblo de Venezuela, sólo que este mesías no ha sido crucificado todavía. Yo tengo ganas de crucificarlo.

Los frutos del populismo más berreta


No es casualidad que la Argentina haya pasado del crecimiento de fines del siglo XIX y principios del silgo XX a esta continua degradación económica.

Casi como si fuera una verdad revelada, el argumento central del Gobierno para justificar las retenciones ha dejado de ser el de producir menos “yuyito” para diversificar la producción agropecuaria. Ahora, aseguran que el aumento de las retenciones será destinado a financiar más programas sociales. Así, redistribuir la riqueza ha pasado a ser el argumento central de los Kirchner. Y para financiar esa redistribución se le aplicaría una mayor carga tributaria a quienes tienen ganancias “extraordinarias”. No sólo el gobierno sostiene esta línea de argumentación, sino que la oposición, para no ser políticamente incorrecta, dice estar de acuerdo con la redistribución de la riqueza.

Como señalaba en otra nota Antonio Margariti, no queda claro si el gobierno quiere redistribuir la riqueza o los ingresos, dado que no son la misma cosa. Dicho en otras palabras, ¿qué quiere el gobierno? Redistribuir el departamento (la riqueza) o el alquiler que cobra el dueño (los ingresos). Pero, como dice Margariti, al gobierno le da lo mismo hablar de riqueza y de ingresos como si éstos fueran sinónimos. Volviendo al tema de la riqueza y los ingresos, por ejemplo, ¿qué harían los Kirchner con su patrimonio para distribuir justamente la riqueza? ¿Entregarían el 40% de sus 18 casas y 4 departamentos o el 40% de los alquileres que le generan esas 22 propiedades?

Ahora bien, dejando de lado el gesto que podrían tener los Kirchner para mostrar su voluntad de liderar y dar el ejemplo en esto de redistribuir la riqueza repartiendo sus propiedades o ingresos que les generan, deseo pasar al tema de fondo. Y el tema de fondo es el principio de la redistribución del ingreso (no de la riqueza). Lo que voy a decir a continuación es políticamente incorrecto, pero como no pretendo ganar votos, no tengo problema en ser políticamente incorrecto. Vayamos al punto.

¿Por qué razón alguien que trabaja, obtiene utilidades basadas en su esfuerzo personal, iniciativa, riesgo y capacidad de innovación tiene que transferirle compulsivamente sus ingresos a otra persona que no generó nada de ese ingreso? No encuentro ninguna justificación moral por la cual el burócrata de turno se arrogue el derecho de confiscar el fruto del trabajo a unas personas para transferírselas a otra sin que esta otra haya hecho nada que justifique el reclamo de vivir a costa de los otros.

En rigor, seamos honestos, este no es un problema de los Kirchner solamente. Ni siquiera es un problema de la dirigencia política en particular. Este es un problema de la sociedad argentina, entendiendo como sociedad argentina a una mayoría significativa de los habitantes que considera que está bien que el Estado les quite el fruto de su trabajo a unos para transferírselo a otros. La redistribución del ingreso generalmente está bien vista y ampliamente aceptada por mucha gente…siempre y cuando no le toquen el bolsillo a ellos. Y no digo esto por el caso particular de los productores agropecuarios porque ellos mismos han dicho públicamente que están dispuestos a ceder parte de sus ingresos para que el Estado los redistribuya. Inclusive los productores ni siquiera luchan por la eliminación de las retenciones sino que se limitan a pedir un techo a las mismas. Lo que digo es que la sociedad argentina (utilizando este término para simplificar palabras) apoya la distribución del ingreso…ajeno. Es común escuchar que cuando el Estado le cobra más impuestos a un determinado sector de la sociedad, inmediatamente éste salta argumentando que les cobren a otros que ganan más o que roban. Un argumento hipócrita para aparecer sensible, pero tacaño al momento de abrir la billetera. Todos son muy solidarios con la plata ajena y, por lo tanto, la dirigencia política en general y los Kirchner en particular no hacen más que reflejar lo que la mayoría de la gente apoya. El que unos mantengan a otros.

El ejemplo más evidente que me viene a la memoria fue el de los 90 cuando los docentes reclamaban un aumento de sueldos. Todos estaban de acuerdo en que ellos merecían ese incremento salarial. Se aprobó entonces la famosa estampilla que había que pegar en el parabrisas que mostraba el impuesto que cada uno había pagado para financiar dicho incremento de salarios. ¿Qué pasó en ese momento? Todos los que tenían autos saltaron como leche hervida porque tenían que poner de su bolsillo el aumento de salarios de los docentes que tan vehementemente reclamaban incluso los dueños de los autos.

Por supuesto que a muchos políticos esta cultura de la dádiva les viene de perillas porque les permite armar una inmensa red de clientelismo políticos y bolsones de corrupción con la plata ajena. La reparten como si fuera propia. Pero el drama de la Argentina es, a mi juicio, el pronunciado acento que siempre se pone en la distribución del ingreso como si este se generara solo, sin necesidad de riesgo, trabajo, esfuerzo, innovación, entre otras. Y como si el que ganara plata fuera un ser perverso al que hay que castigar por su éxito.

Basta con ver el presupuesto de este año para advertir lo desvirtuado que está el Estado. De los $ 161.500 millones del presupuesto nacional, $ 98.720 millones, es decir el 61%, está destinado al rubro Servicios Sociales, incluyendo esto vivienda, jubilaciones y pensiones, educación, trabajo, etc. Casi dos terceras partes del presupuesto se destinan a redistribuir el ingreso, mientras que la seguridad y la defensa de la nación brillan por su ausencia. Es como si el Estado hubiese decidido privatizar la protección de la vida y la propiedad de las personas (seguridad) decidiendo que cada uno se encargue de defenderla, y se hubiese concentrado exclusivamente en repartir los ingresos. De esta forma, el monopolio de la fuerza que le fue delegado para defender la vida, la libertad y la propiedad de las personas, lo utiliza para expoliar a los que producen y redistribuir el fruto de su trabajo. El Estado argentino se ha transformado en una especie de delincuente que sistemáticamente se apropia de los ingresos y patrimonios de la gente bajo el argumento de la solidaridad.

Desde el punto de vista estrictamente económico, la mejor redistribución del ingreso se produce a partir de instituciones confiables que atraen inversiones, crean puestos de trabajo mejor remunerados y, de esta forma, la gente recibe una porción mayor del ingreso nacional gracias al resultado de su trabajo. Por otro lado, no hay mecanismo más eficiente para ejercer la solidaridad que la que surge de las asociaciones civiles que brindan apoyo a diferentes sectores gracias a las donaciones que reciben en forma voluntaria de personas y empresas. Porque son estas las que se encargan de controlar que los dineros que destinan a esas organizaciones sean efectivamente bien asignados y no se pierdan en los pliegues de la burocracia y la corrupción.

En lo estructural, los argentinos tenemos que cambiar esa mentalidad de pensar que, por definición, todo aquél que gana plata es sospechoso de algo y que, además, tiene la “obligación” de mantener a otras personas que no conocen. Esta cultura de la dádiva ha terminado por denigrar el trabajo de la gente y su dignidad. La mayoría se siente con derecho a vivir a costa del trabajo de terceros. Por lo tanto, cada vez son menos los que producen y más lo que quieren vivir sin producir reclamando un derecho que no es tal.

En lo que hace al caso particular de los Kirchner hay dos problemas puntuales: a) en primer lugar se pasaron de vueltas con el gasto público y la carga tributaria llevando al punto del agotamiento fiscal de la población y b) nadie les creyó cuando 90 días después de lanzar las retenciones móviles se acordaron de avisar que eran para financiar planes sociales. Fue tan burda la maniobra que, en este caso, no prendió en la población el discurso sensiblero.

De todas maneras, insisto, mientras los argentinos no cambiemos esta manía de querer vivir a costa del trabajo del otro, considerando como un derecho que otro me mantenga, me pague la casa, los estudios de mis hijos, etc., va a ser cada vez más difícil encontrar a alguien que quiera arriesgar sus capitales y trabajo para que luego los políticos, bastardeando el concepto de solidaridad, se apropien de los ingresos que generan quienes invierten y trabajan.

No es casualidad que Argentina haya pasado del crecimiento de fines del siglo XIX y principios del silgo XX ha esta continua degradación económica. Es que antes, con todos sus defectos, el modelo de país se basaba en el trabajo, en el esfuerzo personal y en la atracción de capitales. A eso venían los inmigrantes. A trabajar duro para construirse un futuro que no conseguían en sus países europeos. Fue la aparición de la cultura de la dádiva que se instaló en nuestro país lo que nos ha llevado a ser una país decadente, y como buenos hipócritas, encima tratamos de explicar nuestra decadencia en conspiraciones internacionales que surgen de las afiebradas mentes de los resentidos que quieren vivir como se vive en los países capitalistas pero usando las reglas del populismo más berreta.

junio 28, 2008

Crean iglesia chavista y revolucionaria

Un nuevo Mesías ha llegado a la tierra a salvar al pueblo elegido de Venezuela. Don Hugo Chávez tendrá ahora su propia iglesia y habrá una nueva religión chapista.

Esta nueva fe religiosa acepta el matrimonio gay y está en contra del celibato. Los obispos de esta nueva religión visten túnicas rojas como las camisas de todos los fieles de este nuevo salvador.

abril 05, 2008

El Grito Sagrado

Autor: Marcos Aguinis

Entre las infinitas anécdotas de Borges, resulta inolvidable la que protagonizó al referirse a un escritor cuyo nombre me abstengo de mencionar. Reconocía que inventaba títulos hermosos; lástima, añadía con sorna, que después les agregaba un libro... Su ironía era un tsunami. Pero también la considero útil para la reflexión. Hay títulos de enorme elocuencia que, en efecto, no necesitan mucho desarrollo. A ésos no se refería la lanza de Borges. Estoy fijado a otro de alta vigencia. Me refiero a El miedo a la libertad, de Eric Fromm. El texto que desarrolla es rico y valioso. Pero el solo enunciado tiene la contundencia de los primeros compases de la quinta de Beethoven o los de Así habló Zaratustra, de Richard Strauss.

La libertad es deseada, amada y voceada desde la Antigüedad. La rebelión de Espartaco se ha convertido en un patrimonio emblemático del género humano. Pero con la libertad somos tan ingratos como con la salud: cuando la tenemos, no la apreciamos. Hace falta sufrir la enfermedad para estimar la salud. Hace falta el yugo de la opresión para querer la libertad. En América latina, por ejemplo, a veinte años de haber recuperado la democracia en casi todos los países, resuenan lúgubres tambores que prefieren castrarla en nombre de fracasadas utopías, de controles, de dirigismos, de hegemonías empobrecedoras. ¿Por qué ese miedo a la libertad?

Uno de los libros más antiguos del mundo lo describe. En la Biblia se narra cómo el pueblo de Israel –mucho antes de que naciera Espartaco– se liberó de la esclavitud que padecida en Egipto, 3500 años atrás. Hubo que recorrer la catástrofe de varias plagas hasta conseguir la liberación. No fue un obsequio del tirano, sino una ruptura de cadenas ahíta de dolor. La alegría, no obstante, duró poco, porque el faraón pretendió volverlos a someter. Otra vez libres, llegaron al desierto. Y entonces, ante los desafíos que implicaba la falta de agua y de alimentos, se empezó a perder amor por la libertad que tanto había costado. Fermentaron los humanos reproches contra Moisés: “¿Acaso nos trajiste para morir en el desierto? ¿No había tumbas en Egipto?”

Era el miedo a libertad. Porque la libertad no es gratuita. Presenta desafíos, exige lucha, trabajo, responsabilidad. Algunos llegan a considerarla un lastre insoportable. Entonces renace la nostalgia por los tiempos en que eran esclavos, sí, pero no tenían que decidir, no eran los responsables de los fracasos. El fenómeno regresivo los devuelve a la primera infancia, en la que los padres se ocupaban de todo, en especial de las cosas difíciles, y eran los únicos culpables de que algo saliera mal. En las sociedades los padres son reemplazados por los caudillos o caudillejos, por Estados autoritarios o por fórmulas populistas. La gente se limita a quejarse y pedir, como un siervo al capataz. Pero no decide, no piensa y no hace.

Es un escándalo que la degradación de la libertad afecte a América latina. Hemos accedido a la independencia con el grito sagrado de la libertad. Nuestros himnos lo repiten sin fatiga. Ese grito, empero, suena en oídos sordos (no llega a la corteza cerebral) y es incluso ladrado por demagogos que lo profanan. Dictadores y demagogos de las más variadas pelambres lo han ensuciado con sus dientes voraces, sus hipócritas seducciones, sus torturas y crímenes. Y también lo han emporcado “libertadores” truchos que pretendían imponernos una nueva esclavitud a cargo de delirantes nomenclaturas inspiradas en la violación de los derechos y de la intransferible dignidad de cada hombre.

El socialismo, que nació para defender la libertad, cometió la alevosía de prenderse en diversas formas de opresión: primero la leninista, luego la stalinista, que hambreó al pueblo y fusiló a millones. Enseguida surgió un derivado directo: el fascismo mussoliniano, seguido por el nacionalsocialismo; más adelante apareció el populismo y ahora crece el “fachopopulismo” encabezado por Hugo Chávez, que anhelan imitar varias dirigencias continentales. Todas estas formas dicen bendecir al pueblo, pero condenan al hombre. Lo condenan a la esclavitud. Cambian la letra, pero el contenido es idéntico: cancelación de la libertad de opinión, de expresión, de movimiento, de iniciativa, de crítica, de diferencia. La individuación debe perderse en el anonimato de una masa amorfa donde los únicos que “saben” son el líder y su círculo de leales. La masa tiene que obedecer a la luminosa cabeza del que ejerce el mando. Desde arriba se indica qué producir, qué precios establecer, que impuestos pagar, qué aprender, qué difundir. Salirse del libreto es subversivo.

El socialismo que acabo de describir logró hundir bajo su taco impiadoso a casi media humanidad. Pero hay socialismos que no renunciaron a la libertad de origen y se alejaron, y se alejan cada vez más, de las versiones autoritarias. En América latina tenemos los ejemplos de Chile, Brasil y Uruguay. Allí continúa vigente el grito sagrado. No quieren una “liberación” impuesta por el mesiánico libertador que somete a todos los demás.

Los abusos del idioma confunden libertad con dictadura, progreso con reacción, Estado de Derecho con criminalidad, puesta de límites con represión, igualdad ante la ley con ley al servicio del que tiene “la sartén por el mango y el mango también”. Oligarquía con trabajadores rurales.

La idea de los padres fundadores, las que impulsaron nuestra independencia y progreso, las que elevaron la educación a un pináculo ejemplar y mejoraron nuestras instituciones son objeto de críticas por parte de quienes desprecian la libertad. La desprecian aunque digan lo contrario, como hasta hace poco afirmaban a viva voz que despreciaban la democracia porque era formal y burguesa. Quienes no se resignan al fracaso de la ilusión totalitaria y violenta buscan nuevos caminos para conseguir el mismo fin. En lugar de hacer la revolución pretenden ganar elecciones para enseguida modificar las reglas de juego y eternizarse en el poder. Buscan imponer la hegemonía o el partido único, seducen con prebendas al empresariado, hipnotizan a los pobres con subsidios, se apoderan de las riquezas del país mediante fideicomisos o testaferros, dividen la sociedad en buenos y malos para ganar en río revuelto, mantienen intacta la pobreza y la ignorancia, se esmeran en controlar los medios de comunicación, insisten en el pasado para esquivar los desafíos del presente, debilitan el andamiaje institucional, descalifican para ahorrarse refutaciones imposibles: oligarquía, reaccionarios, gusanos, derecha. Los enemigos de la libertad y la justicia son como un virus que se metamorfosea sin pausa.

Algunos países iniciaron la recuperación de los valores de la libertad mediante la acción corajuda de partidos socialistas: España, Portugal, Nueva Zelanda. Mario Vargas Llosa comentó que luego de dar una conferencia en este último país vio largas colas comprando un folletito. Se acercó y quedó perplejo: ¡era el presupuesto anual! Cada ciudadano quería saber qué se haría con su dinero. Y ¡guay de que lo malversaran! En cambio, en los países autoritarios y populistas, lo “normal” es la malversación, la ausencia de controles y el arbitrio absoluto de quienes ejercen el mando. Ojo: las “redistribuciones” suelen dar ganancias al que redistribuye, porque se queda con la parte del león. No le importa la equidad: le importa seguir en el trono. Son redistribuciones inmorales, tendenciosas, interesadas, inequitativas. Y que producen desaliento a la productividad.

No obstante, el grito sagrado de la libertad no puede ser silenciado. Aunque haya unos cuatro o cinco países latinoamericanos bajo la presión del “fachopopulismo”, la mayoría abre los ojos y prefiere la ruta de los países democráticos exitosos, como Irlanda, Estonia, Corea del Sur, Croacia, Eslovenia. Con pluralismo, libertad de expresión, circulación de capitales, crecimiento de la riqueza, excelencia educativa y mayor bienestar general. Es como si allí cantaran esa letra espléndida que aprendimos desde chicos: Oíd, mortales, el grito sagrado... Oíd el ruido de rotas cadenas.

Fuente: La Nación http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=1001045

enero 29, 2008

Una luz asoma después de la noche populista



Ante esta hola de populismo en América latina, donde los gobiernos gastan el dinero de los contribuyentes sin freno ni límite alguno, parece que una luz asoma en esta larga noche populista. El pedido del presidente Luís Ignacio Da Silva de Brasil se ha encontrado una fuerte oposición tanto en la opinión pública como en el congreso brasileño. El presidente brasileño quiere gravar con impuestos las transacciones financieras en su país, agregando un impuesto más a la pesada carga tributaria que deben afrontar los contribuyentes de ese país. La resistencia a la creación o aumento de los impuestos están reflejando cierto hastío de la población contra el descontrolado gasto público estatal, y también con un visible desgaste de la imagen presidencia.

noviembre 28, 2007

Agro y pobreza


por Porfirio Cristaldo Ayala


Porfirio Cristaldo Ayala es corresponsal de AIPE y presidente del Foro Libertario.
Luego del fracaso de la reforma agraria como propuesta política en América Latina, la izquierda dirigió sus críticas más duras contra la agricultura empresarial, conocida también como el “agribussines”, olvidando el sorprendente éxito de este sistema. La agricultura empresarial tiene una productividad inmensamente mayor a la agricultura de subsistencia, tradicional en el continente. Pero si bien el sector agrícola disfruta de un éxito remarcable, la izquierda asegura que este éxito ha tenido un mínimo impacto sobre la pobreza. Esta es una vieja falacia del socialismo. La realidad es distinta.

La misma falsa propaganda anticapitalista surgió hace unos años, cuando se puso en evidencia que en las primeras dos décadas de la globalización (1980-2000) el libre comercio originó un crecimiento y un bienestar nunca antes visto en la historia de la humanidad. La izquierda inventó entonces una nueva propaganda: “si bien la globalización dio origen al crecimiento económico y la riqueza de los países, como contrapartida, la globalización (por arte de magia) dio origen al aumento de las desigualdades entre los pueblos”. Esta propaganda resultó ser totalmente falsa.

Un estudio del Banco Mundial de más de 90 países demostró que en todos los países que crecieron y progresaron, el mejoramiento del nivel de vida de sus pueblos se dio tanto para los ricos como para los sectores más pobres. Todos progresaron y lo hicieron en aproximadamente igual proporción. En realidad, tanto los más ricos como los más pobres se hicieron más ricos.
La desatinada propaganda del socialismo en el agro latinoamericano se sustenta en que, a pesar de que los empresarios agrícolas se vuelven cada día más prósperos, los campesinos en gran parte continúan sumidos en la pobreza. Por tanto, pese a su menor productividad, los gobiernos tienden a aplicar políticas agrarias en contra de la agricultura empresarial y a favor de la agricultura tradicional de subsistencia. Esto último, sostienen los neosocialistas del grupo de Hugo Chávez y Evo Morales, debe ser promovido mediante la obsoleta y fracasada reforma agraria.

La agricultura de subsistencia, que ya practicaban los mayas y los incas mucho antes del arribo de los españoles, sigue siendo tan pobre en tecnología, que si bien emplea a un 30 % o 40 % de la mano de obra de los países, contribuye con solo el 7 % del crecimiento del producto interno bruto (PIB). Esta agricultura se basa en la sobreexplotación de tierras que fueron expropiadas a sus propietarios y distribuidas a los campesinos. Las pequeñas fincas tienen suelos empobrecidos por siglos de cultivos, suelos hoy incapaces de producir casi nada.

Las parcelas de la reforma agraria no sirven para mantener a una familia, lo que obliga a sus miembros a hacer “changas” parte del tiempo, o a quemar los bosques para extender áreas de cultivo en el milenario sistema del rozado. Los gobiernos populistas pretenden ahora promover en estas tierras la agroindustria y los biocombustibles. La agricultura empresarial, en cambio, asigna toneladas de fertilizantes para recuperar la fertilidad, introduce riego artificial y sofisticadas maquinarias y tecnología de cultivo que multiplican la productividad de la mano de obra y el ingreso de los campesinos.

Es absurdo pretender que indígenas que utilizan arados de madera y palos con puntas para sembrar, como lo hacían sus ancestros miles de años antes, tengan resultados similares a modernas explotaciones empresariales que utilizan tractores, regadío artificial, maquinarias y sistemas satelitales que multiplican por 60 o más la producción de cada trabajador indígena. Lo mismo se aplica a las distintas poblaciones.

Muy distinto es el caso de los trabajadores rurales que consiguen un empleo en las empresas agrícolas, aprenden la disciplina laboral y reciben sofisticada transferencia tecnológica. Estos trabajadores y sus familias no solo se integran a sus empresas al igual que los trabajadores en las distintas industrias, sino que amplían considerablemente su libertad de trabajar y disponer del fruto de sus esfuerzos, así como el respeto a sus derechos de propiedad.

Este artículo fue publicado originalmente en el ABC (Paraguay) el 18 de noviembre de 2007.

Extraído del sitio:http://www.elcato.org/node/2954

Un triunfo de José Manuel Insulza

por Gustavo Coronel


Gustavo Coronel fue director de Petróleos de Venezuela (1976-79) y representante en Venezuela de Transparencia Internacional (1996-2000) y autor del estudio "Corrupción, administración deficiente y abuso de poder en la Venezuela de Hugo Chávez" [0] publicado por el Cato Institute (Noviembre 2006).







La Conferencia sobre Reforma Constitucional en América Latina llevada a cabo en la OEA ayer, con la presencia y participación del Secretario General, constituyó una rotunda condena para los golpes de estado que intentan Chávez y Morales en Venezuela y Bolivia y para el que ya ha comenzado a planificar Correa en el Ecuador.

Confieso que asistí a la OEA preparado para oir la acostumbrada retórica cautelosa y hasta zalamera que los representantes de los gobiernos de América Latina han ejercitado cada vez que les toca hablar de Hugo Chávez y de sus desafueros.

Pero me llevé una agradabilísima sorpresa. Tres de los cuatro panelistas eran juristas independientes de Bolivia, Venezuela y Ecuador, no alineados con los gobiernos de sus países, y el cuarto, embajador de su país, nos habló de la reforma que se llevará a cabo en la República Dominicana, la cuál si tiene una fisonomía decididamente democrática.


¡Habló Insulza y metió un tremendo gol!

El evento comenzó con una breve intervención del Secretario General de la OEA, José Miguél Insulza. El secretario general fue preciso. Dijo que aunque la reforma constitucional es algo que debe ser decidido por los ciudadanos de cada país, no es menos cierto que la Carta Democrática Interamericana ofrece una guía para asegurar que el contrato social que se derive de la reforma no sea para el beneficio de un autócrata sino para el beneficio colectivo. Agregó Insulza que la Carta Interamericana estipula que la sola elección no es suficiente para definir una democracia.

Es necesaria la separación efectiva de poderes y el ejercicio de un gobierno amplio para que exista verdadera democracia. El poder no puede estar concentrado en una sola persona o un pequeño grupo. Además, dijo que una reforma no es necesariamente mala, siempre y cuando sea democrática y reversible, es decir, que pueda ser cambiada posteriormente, sin adquirir características inmutables. Insulza ofreció, sin mencionarlo, un convincente retrato hablado de Hugo Chávez.


Los ponentes de Bolivia, Venezuela y Ecuador

Bolivia

Jaime Aparicio, el ponente sobre la reforma constitucional que se pretende en Bolivia, describió como la Asamblea Constituyente se había reunido en un cuartel, con solo los miembros del oficialismo, para aprobar sin discusión una nueva constitución que nadie ha leído y la cuál, entre otras lindezas, propone la re-elección indefinidad del presidente y del vice-presidente (Morales y García Linera). La Constituyente de Morales se ha auto-definido como originaria, es decir, hábil para intervenir en todos los aspectos de la vida del país y no solo para escribir una nueva constitución. La descripción de Aparicio fue muy ilustrativa y no dejó duda entre la audiencia de que en Bolivia se está llevando a cabo un golpe de estado.. El gobierno de Evo Morales ha impuesto cambios a los mecanismos de la Constituyente, tales como el de la aprobación por mayoría simple, que han hecho posible ese intento de golpe. Frente a esta iniciativa anti-democrática de Morales, el pueblo Boliviano ha reaccionado con energía. Morales parece encaminado a llevar a Bolivia a una guerra civil, con el apoyo de un sector del ejército que ha sido comprado con los dineros enviados por Hugo Chávez. Más de la mitad del país está en su contra, precisamente las áreas donde se genera la riqueza Boliviana, así como la gente de Sucre, a la cuál Morales pretende quitarle su condición de ciudad capital.

Venezuela

Gerardo Fernández, un experto en derecho constitucional venezolano, definió la reforma constitucional que intenta Hugo Chávez como un fraude a la democracia y un atentado contra los derechos humanos. Es un fraude procedimental, dijo, por la manera como ha sido introducida ante el Consejo Nacional Electoral, por su carencia de discusión, porque la gente ignora en que consiste y porque viola los principios de la constitución vigente. Es nula en su esencia. Además, agregó, es un fraude en su contenido, ya que ha sido concebida como instrumento para mantenerse en el poder, para controlar el poder y para controlar a los ciudadanos. La reforma pretende convertir la democracia venezolana en un estado socialista, excluyente, en el cuál solo sería posible la promoción de una sola ideología. Destruye la descentralización, mata la democracia participativa al arrebatarle al pueblo la facultad de decidir y la reemplaza por la voluntad de un hombre, institucionaliza el adoctrinamiento ideológico, termina con la autonomía del Banco Central, propone la re-elección presidencial indefinida, atenta contra la propiedad privada. En fin, de iguál manera que en Bolivia, se evidenció ante la audiencia que la pretensión de Hugo Chávez constituye un golpe de estado. Fernández añadió que todas las encuestas apuntan a una derrota de esta reforma pero que el pueblo estará votando sin garantías, debido al ventajismo gubernamental y al control que Hugo Chávez ejerce sobre el Consejo Nacional Electoral.

Ecuador

Valeria Merino,la ponente,enfatizó la tradicional tolerancia de los ecuatorianos y la inestabilidad política que ha predominado en el Ecuador por hace ya varios años. El país, dijo, quiso buscar otras vías de salida para su crónica crisis política y ello ha llevado a la Asamblea Constituyente.
Sin embargo, este cuerpo, donde predominan los miembros del Presidente Correa, ha comenzado a extralimitarse en sus funciones, al pretender destituir a los congresistas y enviarlos a prisión. Segun Merino la Asamblea Constituyente ya ha comenzado a inquietar a los ecuatorianos porque resulta aparente que no está allí para resolver sus problemas sino para constituirse en una herramienta de poder político. Esta lucha en Ecuador y en el hemisferio, añadió Merino, no es entre izquierdas y derechas sino entre democracia y autoritarismo.


República Dominicana

El ponente, Flavio Espinal, Embajador de República Dominicana en los Estados Unidos, es también un experto en Derecho Constitucional. Sus noticias fueron excelentes, después de los desastres bolivianos y venezolanos y de la creciente tormenta política que se incuba en Ecuador. En la República Dominicana se contempla una reforma para afirmar y vigorizar los componentes democráticos del sistema y minimizar los componentes autoritarios y presidencialistas que permanecen en el sistema político del país, el cuál fue objeto de regímenes dictatoriales y autoritarios en el pasado aún reciente.

Después de las presentaciones vinieron las protestas de los representantes de Venezuela, Bolivia, Ecuador y hasta de Nicaragua.

Las protestas de los representantes de Chávez, Morales, Correa y Ortega no se hicieron esperar. El representante de Hugo Chávez, quien había sido aleccionado con anterioridad por un asesor que le cuchicheó al oído por largos minutos, hizo formal protesta de lo que consideró un evento politizado, extemporáneo, el cuál había sido protestado por Venezuela antes de llevarse a cabo, por coincidir con el referendo en el país. Se le recordó que ese evento había sido programado con anterioridad y que se había invitado a Jorge Valero, jefe del representante en la OEA, a participar. Ese funcionario del régimen venezolano rehusó hacerlo, a pesar de estar en Washington. Sectores bien informados reportan que su negativa tuvo que ver con su creencia de que la reforma es indefensible y que se encuentra avergonzado de lo que su regímen está tratando de hacer. Si ello fuese así es preciso recordarle que la renuncia, no el silencio, es la vía que la gente intelectualmente honesta prefiere utilizar en estos casos.

El representante de Chávez dijo que la victoria de Chávez en Diciembre 2006 le daba el mandato para convertir a Venezuela en un estado socialista. Sugirió que eso era lo que la mayoría significaba: poder hacer lo que le viniera en gana (esas no fueron sus palabras pero si fue el mensaje). El tono altanero y arrogante del funcionario de Chávez encajó muy bien con la actitud que exhibe Hugo Chávez y contrastó con la moderación de los ponentes.


Otras protestas

Los representantes de los otros gobiernos aludidos trataron de hacer críticas moderadas, hasta dolidas, de las ponencias. Solo el representante de Nicaragua, un espontáneo en el ruedo, atacó a Fernández definiendo su ponencia como “pobre desde el punto de vista técnico”, aunque fue la que mas prolijamente describió los aspectos legales y políticos de la reforma planteada.


El significado de esta conferencia

La celebración de esta conferencia que resultó tan rotundamente condenatoria de los regímenes de Bolivia, Venezuela y Ecuador, su realización en el edificio principal de la OEA, con asistencia y participación del Secretario general de la organización refleja, sin dudas, un cambio en la posición de la OEA frente a los regímenes autoritarios de Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa.

Aunque no sería dable esperar una iniciativa dramática de esta organización frente a los desmanes que se cometen en algunos de los países miembros, si es posible esperar que la organización pueda tomar algunas iniciativas, como sería una Misión de Observación enviada por la Secretaría General a esos países. Claro que la visita de estas misiones no puede llevarse a cabo sin el consentimiento de los regímenes de esos países pero, al menos, se les puede obligar a negarse, lo cuál constituiría una derrota ante los ojos de la comunidad internacional.

Lo cierto es que la Carta Democrática Interamericana ha sido violada por los regímenes que imperan actualmente en Bolivia y Venezuela y podría llegar a serlo por Correa en el Ecuador. La OEA, en la conferencia que reseñamos, envió un claro mensaje de apoyo a quienes están luchando por la democracia y la libertad en esos países, un mensaje que marca el inicio de una posición más firme contra los regímenes autoritarios de América Latina. Bien lo dijo Merino: el problema del hemisferio no es de izquierdas y derechas sino de defensa de la democracia contra el autoritarismo.

Extraído del sitio:http://www.elcato.org/node/2963

noviembre 27, 2007

Bolivia Salvaje

Bolivia salvaje: campesinos indígenas afines al gobierno de Morales decapitan perros como señal de advertencia a los políticos de la oposición.


Fuente del video: Diario de América

La estupidez del populismo en Latinoamérica está llegando a límites intolerables. Esto no es democracia, esto no es la libertad que soñaban San Martín, y Bolívar. No hemos buscado la independencia de España para vivir en este asqueroso lodo populista socialista. Lo que se ve en el video es el colmo del salvajismo. Es la pérdida de todo vestigio de comunidad civilizada. Soy pesimista, porque veo un futuro negro, no sé adonde va a terminar esto. Por estos medios no habrá entendimiento posible, tampoco progreso y bienestar.

Hoy la convención constituyente boliviana aprobó en primera instancia la nueva constitución propuesta por Evo Morales. La aprobación se hizo sólo con los votos de los diputados presentes que eran todos del MAS, el partido de Morales. La aprobación tramposa y rebuscada, fue realizada en ausencia de los diputados de las fuerzas de derecha y opositores a la reformas. No entiendo adonde van a llegar con las reformas que la mitad, o tal vez más, de la población rechaza. Una constitución debe ser aceptada por una gran mayoría, debe ser producto de un amplio consenso, y sobre todo debe ser una limitación del poder, como resguardo de las libertades y derechos de los ciudadanos. Nada de esto ocurre en Bolivia, por el contrario, se busca aumentar el poder del gobierno para dilapidar la riqueza, fortuna y propiedades de los habitantes.

noviembre 20, 2007

Ecuador: el odio al progreso

El Aeropuerto José Joaquín de Olmedo es un ejemplo de cómo se puede mejorar un servicio público en poco tiempo sin aumentar el gasto público o la intervención estatal. No obstante, vivimos en un país donde el éxito se observa con sospecha en lugar de ser aplaudido y estudiado para que otros lo consigan también.


Durante más de 40 años la Dirección General de Aviación Civil (DAC) estuvo a cargo de nuestro aeropuerto y el resultado era una “pocilga” como puerta de entrada. ¿Qué se hizo con la plata que había recaudado de los usuarios? ¿Por qué este gobierno, que dice combatir la corrupción, no cuestiona ese despilfarro durante esa larga noche centralista? Cabe recalcar que aunque la DAC ha dejado de percibir ciertos rubros que ahora recibe la concesionaria para cubrir costos de operación y ahorrar las utilidades obtenidas, la DAC sigue recibiendo $5 por pasajero internacional, sin ahora tener los gastos de operación de los dos aeropuertos más importantes del país.


Hoy, cobrando las mismas tasas el aeropuerto de Guayaquil no solo ha pasado a ser el mejor aeropuerto del Ecuador, sino que es uno de los más modernos de Latinoamérica compitiendo con otros aeropuertos internacionales tales como el Jorge Chávez de Lima y El Dorado de Bogotá. El gobierno local no solo piensa en el presente sino en el futuro de la ciudad, y por eso las utilidades generadas por el aeropuerto están siendo capitalizadas para la construcción del nuevo aeropuerto internacional en Daular.


Para que nuestro aeropuerto de ese giro de 180 grados se dieron dos elementos claves: descentralización y participación del sector privado. Los usuarios del aeropuerto de Guayaquil y la concesionaria —TAGSA, no el “pueblo ecuatoriano” como dice el Presidente, financiaron la construcción del nuevo aeropuerto de Guayaquil con una inversión de alrededor de $90 millones. El gobierno central solamente donó el terreno sobre el cual se construyó prácticamente desde cero el nuevo aeropuerto. El gobierno dice que es inaceptable que el Estado nada reciba de las utilidades generadas por el aeropuerto y reclama el 50% de las utilidades. Comparado al derroche de gasto del gobierno en otras áreas, por ejemplo, los más de $2.300 millones al año que el gobierno derrocha en subsidios al gas y a los combustibles, ese monto es insignificante. Es el crecimiento económico y no el crecimiento de las recaudaciones del Estado lo que debería guiar la política fiscal.


La generación de utilidades no es algo malo, es algo necesario para acumular riqueza y poder invertir en el aeropuerto más grande y moderno que nuestra ciudad va a necesitar en el futuro. Pero ya sabemos que este gobierno es consumidor, no creador de capital. En lugar de contraponer los intereses de Latacunga y otras ciudades contra los de Guayaquil, un gobierno que busca la unidad nacional debiera aplaudir lo que funciona, como el aeropuerto de Guayaquil y alentar a otras ciudades a que imiten el esfuerzo realizado aquí. Podría comenzar por donarles el terreno de sus aeropuertos y darles competencia por sobre la administración de estos, que es lo único que Guayaquil recibió del gobierno central.


Nuestro presidente y otros odiadores de Guayaquil aparentemente padecen el complejo de Fourier, es decir, aquel odio que ciega tanto que puede llevar a hacerse daño a uno mismo con tal de ver al otro que estaba progresando sufrir. Lamentablemente, ese complejo no se cura con la razón y es destructivo para quien lo padece y los gobernados.

Autor: Gabriela Calderon
Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 6 de noviembre de 2007.
Fuente: Cato Institute