Cada vez que se escuche la palabra solidaridad debemos temer. El plan del gobierno argentino de apoderarse de los ahorros provisionales de 10 millones de argentinos, con el pretexto de asegurar su jubilación, y de usar los fondos para fines sociales no tiene nada de solidario ni de social, es más, tiene todos los caracteres de una acción vandálica de la peor calaña.
Pero no es solamente el hecho de saquear los ahorros de millones de personas lo grave del asunto, sino las calamitosas consecuencias que la estatización traerá para el desarrollo económico del país. Millones de personas estarán condenadas a vivir en la pobreza, por la falta de inversiones que la economía necesita imperiosamente para el desarrollo. ¿Quién invertirá en una nación donde no se respetan los derechos de propiedad? El derecho de propiedad es un requisito básico, fundamental, para el desarrollo. El estado debe defender la propiedad privada, debe proteger al ciudadano y asegurar que cada uno goce del producto de su trabajo, en vez de actuar como un saqueador más. Las excusas usadas por los partidarios de la estatización, todos también partidarios del gobierno en mayor o menor grado, no están preocupados por los futuros jubilados ni por el bienestar de la gente. El único interés que los mueve es defender su parasitaria vida a expensas de otros ciudadanos. El estado es el refugio donde este ladronismo parasitario siempre se ha sentido seguro, usando el poder legislativo, y la justicia para acomodar todo a sus intereses y apoderarse de la riqueza ajena fácilmente con falsos argumentos moralistas.
Con los vergonzosos precedentes de violaciones a leyes, tratados, acuerdos y derechos de propiedad, que han sido la consecuencia del atraso económico que padece Argentina, y por la que debería estar trabajándose duro para reestablecer el honor de la Nación, cancelando las deudas contraídas anteriormente, este acto de barbarie termina por hundir definitivamente el crédito de la Nación.
Mucha gente festeja esta barbarie porque ignoran por completo las consecuencias que se aproximan, no ven más allá de sus propias narices, y la misma estrechez de visión es la que tiene todo el equipo gobernante. Lo que acaban de hacer no es un hecho más, es una tragedia realmente.
Es triste ver que el futuro de un argentino decente sea irse al extranjero, si desea tener un mejor estándar de vida, porque cualquier cosa que produzca en su país es pasible de ser arrebatado.
En 1983, cuando se hablaba del regreso de la democracia, millones de personas creyeron el fin de una serie de gobiernos atropelladores y prepotentes, no se imaginaron que tendríamos una porquería tan grande como gobierno, que no tiene una gota de democracia. La democracia es libertad de elegir, libertad de usar y gozar de su propiedad; de vivir tranquilo sin ser molestado. El Estado en lugar de asegurar todas esas libertades y derechos se ha convertido en el peligro para ellos. No es el Estado de quienes debemos confiar nuestras vidas y propiedades sino de quienes debemos defendernos. Para desgracia, las elecciones en lugar de traer gobiernos mejores los traen cada vez peores. Desde 1983 hasta la fecha ha sido una salvaje involución. Argentina desde 1983 hasta la fecha se ha vuelto más salvaje, más incivilizada, no parece una nación, sino una gigantesca chusma. El día de las primeras elecciones después del gobierno militar no regresó la democracia, sino un monstruo.
En este audio que puse más arriba en este post, José Piñera, ex Ministro de Trabajo y Seguridad Social de la República de Chile a principio de los años 80, quien diseñó el exitoso sistema de capitalización de ahorros previsiones, habla para Cadena 3 de Buenos Aires, acerca del sistema que él diseñó y que permitió a ese país duplicar su tasa de crecimiento económico. Las mentiras dichas en el Congreso argentino justificando el saqueo legalmente autorizado quedan al descubierto con los ejemplos que se enumeran en este reporte y que me constan como veraces, porque he visitado el país de Chile varias veces y he visto con mis propios ojos, el fenomenal empuje económico que goza ese país y del que carecen todos los demás, además de la calidad institucional que tiene esa nación.
noviembre 26, 2008
La estatización de las A.F.J.P. y la opinión de José Piñera
noviembre 13, 2008
Cuando Kirchner estaba a favor de elegir
Hace apenas un año. Pero las necesidades financieras para costear el corrupto aparato político que lo sostiene en el poder lo hace cambiar de convicciones con una rapidez asombrosa.
La libertad de poder elegir como decía un año atrás era una mentira por lo visto. El objetivo era apropiarse de los fondos acumulados, calculados a la fecha en $98.000 millones.
octubre 30, 2008
El Asalto a Mano Armada de Kirchner
Es un asalto a mano armada porque el aparato estatal está respaldado por la fuerza de las armas, razón por la que los ciudadanos no pueden resistir tamaño abuso, a menos que recurran al derecho a la legítima defensa, en la tradición de Buchanan-Sidney-Locke, al que recurrió Argentina en 1810 para liberarse del yugo español. Pero, como decía Juan Bautista Alberdi, dejamos de ser colonos de España para serlo de nuestros propios gobiernos.
Este manotazo viene a continuación de otros, como la reiterada confiscación de los depósitos: primero por Menem, luego por De la Rúa y finalmente por Duhalde. Decir "finalmente" es una expresión de deseos, ya que el ataque de los gobiernos a los ciudadanos está a la orden del día. Pero este nuevo manotazo es peor que los anteriores porque antes entregaron a los depositantes confiscados promesas de pago futuro en papeles de la deuda emitidos por los propios asaltantes, como si un ladrón entregara pagarés a sus víctimas.
Esto da por tierra con los últimos vestigios del Estado de Derecho en Argentina. A partir de ahora, cualquier propiedad está en manos de la arbitrariedad del soberano. Así lo anticipaba Alberdi, padre de la Constitución del país, quien en 1854 escribió:
Después de ser máquinas del fisco español, hemos pasado a serlo del fisco nacional: he ahí toda la diferencia. Después de ser colonos de España lo hemos sido de nuestros gobiernos patrios; siempre estados fiscales, siempre máquinas serviles de rentas que jamás llegan porque la miseria y el atraso nada pueden redituar.
Lamentablemente, con esto el Gobierno de Cristina Kirchner se inscribe en la línea del socialismo del siglo XXI de sus admirados Chávez, Ortega, Correa y Morales. Una cachetada feroz a la democracia y un paso firme al autoritarismo más cavernario. Nada queda de los principios democráticos tan bien expuestos por tantos autores a través de la historia, desde Cicerón hasta Sartori. Retornamos así a la negación del sistema, ilustrada por las tramposas cuentas sobre votaciones que puso Juan González Calderón en su tratado de Derecho Constitucional: 50% ¬+ 1% = 100%; 50% - 1% = 0%.
Estos acontecimientos brindan la oportunidad de tomar distancia, despejar telarañas mentales, pensar, discutir y escudriñar propuestas fértiles, como las presentadas por autores de la talla de Anthony de Jasay, y no seguir empecinados en utopías, cuyos incentivos naturales conducen sistemáticamente al abuso de poder.
Fuente: AIPE
ALBERTO BENEGAS LYNCH (H), presidente de la Sección de Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina.
octubre 23, 2008
El Estafador Serial Estafa Otra Vez
El gobierno argentino haciendo gala de lo que ha hecho desde hace ocho décadas está planeando una estafa más, la estafa más grande quizá de la historia argentina y el perjudicado será esta vez el propio pueblo argentino. A lo largo de la historia, los quebrantos del tesoro público se han repetido cada diez años, pero en los últimos años con la voracidad fiscal creciente y descontrolada los ciclos se han hecho más cortos y las estafas más frecuentes. El estado nacional argentino tal como existe en la actualidad no sirve para nada. Se ha convertido en un estafador serial, contra sus ciudadanos y contra el mundo entero; se ha convertido en un monstruo corruptor protector de vagos, delincuentes, y un verdadero peligro para la libertad y seguridad de los ciudadanos. Entre una banda de criminales y el estado argentino no existe diferencia hoy en día. Todo vestigio de legalidad e institucionalidad ha desaparecido, no existe división de poderes; y el ejecutivo tiene sometidos sobornados y amenazados al legislativo y judicial, considerándolos dependencias bajo su poder. Cualquier barrabasada o capricho del gobierno y sus secuaces se convierte en ley. El derecho y las instituciones son hoy en día un juguete al cual el gobierno lo manipula como quiera. Por todo esto, considero que el estado argentino debería desaparecer como estado nacional, merece la pena de muerte como entidad política para evitar que la pudrición que emana de él, se expanda perjudicando a más gente, dentro y fuera de Argentina. Y las restantes naciones del mundo deberían dejar de considerarla una comunidad organizada, completamente fuera de la ley, expulsarla de todos los organismos internacionales y no reconocerle soberanía alguna. La ley 24.241 de creación de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones aprobada en el año 1994, fue consecuencia del desastre económico de 1989-90, cuando el estado argentino no podía con las innumerables obligaciones que debía atender. Las AFJP fueron creadas con el fin de crear un mercado de capitales de origen nacional que no existía en aquella época y que independizara al país del capital extranjero. Era además una fuente de capital de bajo costo, para las empresas y sus planes de inversión, pues la ley 24.241 establecía que los fondos de los afiliados eran un fideicomiso inembargable cuyos fondos debían ser invertidos en títulos, acciones o depósitos a interés a plazo fijo, que produzcan un renta que aumentare el fondo de capitalización de cada afiliado con la acumulación de las rentas obtenidas. Pero la incontenible corrupción parasitaria e improductiva que ha cooptado las instituciones políticas, siempre hambrienta de dinero para pagar su improductiva vida, ha decidido echarle mano a los fondos para costear sus deudas, por segunda vez y esta de manera total y definitiva. De acuerdo a la ley, y lo que el público entendió en los primeros días, porque trabajé en una AFJP, recibí capacitación acerca de la materia y conozco el procedimiento establecido por la ley de creación de estas administradoras, era que el aporte con el que se engrosaba el fondo era propiedad privada de los mismos afiliados al sistema de capitalización, por lo tanto, la estatización de los fondos es ilegal e inconstitucional por tratarse de una confiscación de bienes prohibida por la Constitución Nacional. Para esto, la ley establecía que el fondo fiduciario administrado por la AFJP, formaba un patrimonio independiente de ella. El estado, por su parte recibía por otro lado la Contribución Patronal, cuyo producto iba a las arcas del Sistema de Reparto, y por el cual el afiliado a la AFJP tenía derecho a percibir su Prestación Básica Universal PBU, cuando cumpliese los requisitos legales para jubilarse común a cualquier ciudadanos: 65 años de edad y 30 años de aportes. De modo, que el afiliado a la AFJP recibiría en su jubilación la PBU pagada por el estado y la cuota parte correspondiente al fondo acumulado en la AFJP. Es absolutamente falso que el sistema de capitalización haya sido un fracaso. El valor de las cuotas partes ha bajado por el cese de pagos de la deuda pública decretada en el año 2002, cuyos títulos de deuda fueron adquiridos por las administradoras de fondos de jubilaciones por mandamiento legal, y después de adquirir esos bonos el estado argentino decretó el cese de pago de deuda pública y el precio de los bonos quedó reducido a nada. La estafa entonces no fue cometida por las administradoras sin por el estado argentino. Los argumentos expuestos por sindicatos partidarios del estado prebendario y paternalista, y todos los defensores del sistema de reparto, son falsos cuando quieren hacer creer a la población, de que el sistema es un fracaso en Chile donde sabemos que no es así, mientras defienden el sistema estatal en Europa y Estados Unidos, que está produciendo déficit incontrolables que pondrán a los estados nacionales en bancarrota en poco tiempo más. El argumento del gobierno de que desea proteger los derechos de los futuros jubilados no son creíbles para nada, tratándose de un estafador serial, con abundantes antecedentes de estafas y fraudes legales. El objeto de la estatización no es proteger derechos de jubilados sino como dije, pagar el clientelismo corrupto y parasitario que es el cáncer del pueblo argentino y también del mundo.
Aquí vemos en el video mostrado en este post, donde el ex presidente Juan D. Perón dice que los sistemas estatales de jubilaciones son malos sistemas, y dice más, que los préstamos forzados que el estado hizo anteriormente contra fondos mutuales fueron una “estafa” ordenada por ley. Los peronistas defensores del estado se sorprenderán que su líder pensara en esta materia como un liberal para su segura decepción.
octubre 18, 2007
Otro robo más del estado argentino
El gobierno argentino se propone obligar a las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones a repatriar inversiones realizadas en el extranjero. Los políticos argentinos disponen de los recursos financieros y riquezas ajenas como si le pertenecieran y tuvieran derecho a repartirlas como les venga en gana. No basta haber producido la estafa más grande que la humanidad ha conocido, desconociendo deudas contraídas por el estado argentino con acreedores extranjeros, sino que ahora van en busca de más dinero y pretenden estafar una vez más, ahora a los mismos argentinos que ahorran para su vejez.
Me parece que los fondos que administran las AFJP le pertenecen a los afiliados y deberían ser los afiliados quienes decidan su destino. Cualquiera sea la disposición de la ley, creo que cada individuo debe administrar sus propias cosas. El gobierno cada vez que interviene es para darles de comer a sus parásitos que en nada contribuyen a crear riqueza.
Con medidas políticas de esta clase no vamos a ningún lado. El gobierno no debe repartir la riqueza que no ha producido.
Este es un artículo publicado el 128 de octubre de 2007 en el diario La Nación de Buenos Aires.