En la campaña electoral, Cristina Kirchner dijo que se trabajaría por mejorar la calidad institucional en Argentina, instituciones que el mismo kirchnerismo ha manoseado y destruído en su propio beneficio.
La Suprema Corte en un fallo emitido recientemente ha ordenado liberal a Luis Patti, el archienemigo del kirchnerismo, quienes se han empeñado en demonizarle e impedirle acceder a la Cámara de Diputados. La Corte ha dicho, ateniendose a los preceptos constitucionales que la Cámara de Diputados no tiene derecho a juzgar las acciones o conducta de sus miembros por hechos ocurridos antes de su incorporación a la cámara.
De hecho, Luis Patti es acusado sin prueba, es realmente un perseguido político. No hay pruebas que demuestren los hechos por los que se los acusa, y ha sido privado de su libertad sólo por conveniencia del gobierno. Ese es el motivo por los que los jueces supremos han ordenado su liberación. Este fallo no es una absolución definitiva por la que no pueda ser juzgado otra vez, sino es la aplicación del derecho por el cual no se puede tener a un individuo privado de su libertad sin sentencia previa.
El gobierno argentino espespecialista en crear divisiones y empeñado en buscar la guerra entre los mismos ciudadanos no vacilará en buscar la prisión de Patti otra vez. Harán trampas, sobornarán jueces, comprarán testigos y todas las triquiñuelas y engañifas que el kirchnerismo sabe hacer muy bien. En cuestiones d ética Al Capone es un niño travieso comparado con el kirchnerismo. Las instituciones, las leyes, la libertad y seguridad de los individuos y la justicia les importa un bledo. Esto no es ni por lejos una democracia, con estado de derecho y gobierno limitado, es una demagogia absoluta y el ejercicio del poder en estado puro.
Marta Valdés, tras la neblina del puente
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ella, he tenido que hacer silencio en toda la casa. Y así, sus canciones
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Hace 1 día.
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