Por Gary S. Becker*
Aunque las estadísticas oficiales sobre crimen a menudo no son confiables, no hay duda que las tasas de criminalidad varían mucho entre diferentes países. Lo que más interesa es que los países pobres y aquellos que crecen más lentamente sufren de mayor criminalidad. Hay varias razones para ello, pero sí creo que la criminalidad contribuye a la pobreza y a un lento desarrollo.Las estadísticas claramente muestran que hay una relación negativa del crimen con los ingresos y el desarrollo. Por ejemplo, en el período 1998-2000, los países con las más altas tasas de asesinatos y secuestros incluían a Colombia, Jamaica, México, Sudáfrica, Rusia, Zimbabwe y otras naciones con poco crecimiento económico. Hay más criminalidad en una economía que le va mal porque los delitos aumentan cuando los salarios son bajos y el desempleo alto. La rentabilidad de la educación y demás capital humano suele ser baja en las economías estancadas, por lo que los jóvenes no terminan sus estudios y, por lo tanto, tienen más tiempo para dedicarse a robar o a vender drogas.
Aquí me concentraré en por qué las altas tasas de criminalidad también frenan el crecimiento económico y el progreso. Capté una de las razones hablando recientemente con un empresario en Ciudad de México, donde hay tasas muy altas de secuestros y robos. Me dijo que las esposas a menudo no quieren vivir en la capital mexicana por temor de lo que le puede suceder a los hijos. Por esa misma razón, muchos extranjeros con familia no aceptan ir a trabajar a países con alta criminalidad.
El crimen aumenta los costos de operación de las empresas. Para empezar, son altos los gastos en seguridad no solamente para los ejecutivos y empleados, sino también con respecto a las instalaciones, maquinarias e inventarios. Por ejemplo, los mexicanos, brasileños y sudafricanos ricos emplean a cientos de guardias de seguridad para proteger a sus familiares y ejecutivos. En parte, más gente va en su propio automóvil al trabajo y a las tiendas por temor a caminar y a usar el transporte público. Esto aumenta la congestión de las calles y autopistas, lo mismo que el costo y el tiempo del transporte diario de la casa al trabajo. Quienes caminan en ciudades como Caracas, Ciudad de México y Río de Janeiro dejan sus relojes y joyas en casa, como también se aseguran de tener poco dinero consigo.
Las altas tasas de criminalidad suelen ser el resultado de la corrupción de policías y jueces. Mucha gente deshonesta está dispuesta a ganar sueldos bajos como policías porque complementan sus ingresos con sobornos.
La corrupción entre quienes están supuestos a hacer cumplir las leyes promueve la corrupción en el cumplimiento de contratos y regulaciones, por lo que el soborno y las altas tasas de criminalidad tienden a crecer de manera paralela. Es cierto que la corrupción ayuda en los países con malas leyes, pero en general retarda el desarrollo porque desalienta las inversiones, ya que la rentabilidad suele decaer. Esto a menudo afecta especialmente a la inversión extranjera porque en esos países se suelen interpretar los contratos y las regulaciones a favor de los inversionistas nacionales y en contra de los extranjeros.
La producción y distribución de drogas también se dispara donde la policía y los jueces son corruptos. Y lo que es peor, los narcotraficantes entonces suelen dedicarse a comprar jueces y policías, por lo que el ambiente se deteriora progresivamente.
Por todas estas razones, a los países con altas tasas de criminalidad se les dificulta mucho el desarrollo económico.
Aunque las estadísticas oficiales sobre crimen a menudo no son confiables, no hay duda que las tasas de criminalidad varían mucho entre diferentes países. Lo que más interesa es que los países pobres y aquellos que crecen más lentamente sufren de mayor criminalidad. Hay varias razones para ello, pero sí creo que la criminalidad contribuye a la pobreza y a un lento desarrollo.Las estadísticas claramente muestran que hay una relación negativa del crimen con los ingresos y el desarrollo. Por ejemplo, en el período 1998-2000, los países con las más altas tasas de asesinatos y secuestros incluían a Colombia, Jamaica, México, Sudáfrica, Rusia, Zimbabwe y otras naciones con poco crecimiento económico. Hay más criminalidad en una economía que le va mal porque los delitos aumentan cuando los salarios son bajos y el desempleo alto. La rentabilidad de la educación y demás capital humano suele ser baja en las economías estancadas, por lo que los jóvenes no terminan sus estudios y, por lo tanto, tienen más tiempo para dedicarse a robar o a vender drogas.
Aquí me concentraré en por qué las altas tasas de criminalidad también frenan el crecimiento económico y el progreso. Capté una de las razones hablando recientemente con un empresario en Ciudad de México, donde hay tasas muy altas de secuestros y robos. Me dijo que las esposas a menudo no quieren vivir en la capital mexicana por temor de lo que le puede suceder a los hijos. Por esa misma razón, muchos extranjeros con familia no aceptan ir a trabajar a países con alta criminalidad.
El crimen aumenta los costos de operación de las empresas. Para empezar, son altos los gastos en seguridad no solamente para los ejecutivos y empleados, sino también con respecto a las instalaciones, maquinarias e inventarios. Por ejemplo, los mexicanos, brasileños y sudafricanos ricos emplean a cientos de guardias de seguridad para proteger a sus familiares y ejecutivos. En parte, más gente va en su propio automóvil al trabajo y a las tiendas por temor a caminar y a usar el transporte público. Esto aumenta la congestión de las calles y autopistas, lo mismo que el costo y el tiempo del transporte diario de la casa al trabajo. Quienes caminan en ciudades como Caracas, Ciudad de México y Río de Janeiro dejan sus relojes y joyas en casa, como también se aseguran de tener poco dinero consigo.
Las altas tasas de criminalidad suelen ser el resultado de la corrupción de policías y jueces. Mucha gente deshonesta está dispuesta a ganar sueldos bajos como policías porque complementan sus ingresos con sobornos.
La corrupción entre quienes están supuestos a hacer cumplir las leyes promueve la corrupción en el cumplimiento de contratos y regulaciones, por lo que el soborno y las altas tasas de criminalidad tienden a crecer de manera paralela. Es cierto que la corrupción ayuda en los países con malas leyes, pero en general retarda el desarrollo porque desalienta las inversiones, ya que la rentabilidad suele decaer. Esto a menudo afecta especialmente a la inversión extranjera porque en esos países se suelen interpretar los contratos y las regulaciones a favor de los inversionistas nacionales y en contra de los extranjeros.
La producción y distribución de drogas también se dispara donde la policía y los jueces son corruptos. Y lo que es peor, los narcotraficantes entonces suelen dedicarse a comprar jueces y policías, por lo que el ambiente se deteriora progresivamente.
Por todas estas razones, a los países con altas tasas de criminalidad se les dificulta mucho el desarrollo económico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario