Maradona es un representante típico y perfecto del argentino común: ordinario, fanfarrón, rencoroso, deshonesto, compadrito y por supuesto socialista; le gusta criticar la conducta y la vida de los otros por problemas que tiene él mismo, pero que los refleja en otros, en aquellos que odia. Cuando obtiene un triunfo, lo consigue de cualquier modo, haciendo trampa como cuando hizo el gol con la mano. No importan le importan las reglas ni el decoro, pero cuando los adversarios cometen la falta son muy reglamentarios y muy moralistas. Néstor Kirchner y Diego Maradona tienen mucho en común, los dos tienen las mismas características, son muy parecidos, tienen lo peor del ser humano, y ambos me avergüenzan de ser argentino.
Mi amigo Eberhard Gärtner (III)
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