Fuente: Hispanidad
Un empresario presente en uno de sus actos públicos la califica como “vedette populista”. La primera dama argentina confunde British Telecom con O2. Asegura que la economía argentina marcha bien y que los empresarios pueden invertir sin miedo. Se reúne con el presidente de la CEOE, propietario de Marsans, en vísperas de la Junta de accionistas de Aerolíneas Argentinas
El matrimonio Kirchner-Fernández es lo que los argentinos llaman: “Armémonos y vayan”, es decir, aquellos guerrilleros marxistas que, durante los años setenta del pasado siglo, llamaban a las armas pero que luego veían la revolución desde la grada: nos armábamos todos “nosotros”, pero eran “ellos” los que iban a matar y a morir. También eran conocidos como “los hinchas”, porque aplaudían a los terroristas pero sin mojarse más que “ideológicamente”.
Y esa frivolidad entre teoría y práctica no parece haber desaparecido. Políticos y, sobre todo, empresarios españoles, se han visto no muy gratamente sorprendidos por la actitud de la presidenciable primera dama, senadora Cristina Fernández de Kirchner. Como afirmaba un ejecutivo español presente en los dos actos económicos de la esposa del presidente argentino, estamos ante una “vedette populista” y los empresarios con los que ha contactado Hispanidad repiten, casi unánimes, el mismo adjetivo: “Frívola”.Una frivolidad que se deja ver en los siguientes puntos:
1. Confunde doña Cristina el superávit fiscal o el acuerdo con el FMI sobre refinanciación de la deuda con una economía saneada. Lo cierto es que Argentina crece por encima del 7% pero con una inflación del 12%, más otra inflación oculta muy propia de los populismos. Por poner un ejemplo, un hogar de familia numerosa, 13 personas, puede pagar en Buenos Aires poco más de 20 euros de luz al mes, precisamente en una capital donde el suministro eléctrico es clave para muchos usos domésticos.
Lo mismo pasa con el agua, el gas o cualquier otro servicio básico. Ahora bien, esos precios, artificialmente bajos, ha provocado la desconfianza por parte de las empresas que los prestan, que no pueden actualizar las tarifas, además de algo más grave: la calidad de esos servicios básicos es simplemente desastrosa, porque las empresas no invierten ni en mantenimiento ni en mejoras.
2. El conocimiento del mundo empresarial de la presidenciable argentina es lamentable, Por ejemplo, el pasado martes aludió a los empresarios españoles que habían comprado British Telecom. La verdad es que, como todo el mundo sabe, menos la aspirante a la Casa Rosada, Telefónica ha comprado O2, no la British.
3. Al tiempo que anima a la inversión en la Argentina, Cristina Fernández omite toda alusión a la inseguridad jurídica –lo que más preocupa a las empresas- y a la corrupción judicial, que los Kirchner no han hecho más que aumentar, con nombramientos de elementos peligrosos en el Ministerio de Justicia y en la Corte Suprema. Ni una palabra sobre el cerco oficial a las empresas españolas presentes en el país.
4. Asimismo, omitió cualquier alusión a la inseguridad ciudadana, que durante el periodo Kirchner se ha multiplicado ni a la corrupción, o el desánimo, policial.
5. Otrosí: Sin inmutarse, Cristina Fernández afirma que se han refrendado los derechos y libertades individuales, y en concreto la libertad de prensa, cuando lo cierto es que nunca, ni con De la Rúa, ni Con Menem, ni con Alfonsín, se había dado tamaño control de los medios informativos por parte del Gobierno. En la Argentina de hoy, con alguna excepción heroica, no se puede hablar de prensa libre… gracias al matrimonio Kirchner.
6.Con la censura de cualquier pregunta incómoda, y con la cerrazón informativa que ha decretado la patronal CEOE, nadie ha podido preguntar a Cristian Fernández acerca de la fuga de capitales en la Argentina, práctica habitual en el país, y de la que el propio matrimonio Kirchner, durante sus época de gobernador en el sureño santa Cruz.
7. Con entusiasta… frivolidad, Cristina Fernández tampoco dio respuesta al apoyo que la Casa Rosada presta al populismo de Hugo Chávez. Habla de las “brumas kirchnersianas ya desaparecidas” del horizonte. Y se queda tan ancha.
8. La última muestra de frivolidad de doña Cristina de Kirchner, consiste en defender siempre su posición contraria al aborto, cuando su esposo y su partido han hecho todo lo posible para introducir el aborto en la Argentina por la puerta de atrás.
Este último punto importa poco a los empresarios, pero, en cualquier caso, la estela de frivolidad de esta “vedette populista” ha dejado huella en España. Y eso que todavía no es presidenta.
Por cierto, la patronal española CEOE, realizó un cerrojo informativo sobre la señora Fernández y su presencia en la se d de la patronal, donde fue recibida por su máximo responsable, Gerardo Díaz Ferrán, propietario de Marsans, imputado por delito fiscal, malversación de fondos públicos y falsedad documental en el caso Aerolíneas Argentinas (ARSA). Y es que en CEOE temían cualquier pregunta indiscreta sobre ARSA, en vísperas de la Junta de accionistas de la aerolínea en Buenos Aires, ahora que el Gobierno Kirchner debe decidir si mantiene la impugnación de las cuentas de ARSA.
Pues nada, todo sonrisas entre la senadora y Díaz Ferrán, cuando en su país se publican noticias como ésta, o como ésta. Todo por el pueblo.Y para quien desee saber cómo se interpreta en la Argentina el viaje de doña Cristina ahí tienen otra muestra, publicada en http://www.americanoticias.com/, una crónica que nos lleva, una vez más, al triste concepto de frivolidad. Eso sí, frivolidad populista.
Lo dicho, la reina de la frivolidad pasó por Madrid.
Un empresario presente en uno de sus actos públicos la califica como “vedette populista”. La primera dama argentina confunde British Telecom con O2. Asegura que la economía argentina marcha bien y que los empresarios pueden invertir sin miedo. Se reúne con el presidente de la CEOE, propietario de Marsans, en vísperas de la Junta de accionistas de Aerolíneas Argentinas
El matrimonio Kirchner-Fernández es lo que los argentinos llaman: “Armémonos y vayan”, es decir, aquellos guerrilleros marxistas que, durante los años setenta del pasado siglo, llamaban a las armas pero que luego veían la revolución desde la grada: nos armábamos todos “nosotros”, pero eran “ellos” los que iban a matar y a morir. También eran conocidos como “los hinchas”, porque aplaudían a los terroristas pero sin mojarse más que “ideológicamente”.
Y esa frivolidad entre teoría y práctica no parece haber desaparecido. Políticos y, sobre todo, empresarios españoles, se han visto no muy gratamente sorprendidos por la actitud de la presidenciable primera dama, senadora Cristina Fernández de Kirchner. Como afirmaba un ejecutivo español presente en los dos actos económicos de la esposa del presidente argentino, estamos ante una “vedette populista” y los empresarios con los que ha contactado Hispanidad repiten, casi unánimes, el mismo adjetivo: “Frívola”.Una frivolidad que se deja ver en los siguientes puntos:
1. Confunde doña Cristina el superávit fiscal o el acuerdo con el FMI sobre refinanciación de la deuda con una economía saneada. Lo cierto es que Argentina crece por encima del 7% pero con una inflación del 12%, más otra inflación oculta muy propia de los populismos. Por poner un ejemplo, un hogar de familia numerosa, 13 personas, puede pagar en Buenos Aires poco más de 20 euros de luz al mes, precisamente en una capital donde el suministro eléctrico es clave para muchos usos domésticos.
Lo mismo pasa con el agua, el gas o cualquier otro servicio básico. Ahora bien, esos precios, artificialmente bajos, ha provocado la desconfianza por parte de las empresas que los prestan, que no pueden actualizar las tarifas, además de algo más grave: la calidad de esos servicios básicos es simplemente desastrosa, porque las empresas no invierten ni en mantenimiento ni en mejoras.
2. El conocimiento del mundo empresarial de la presidenciable argentina es lamentable, Por ejemplo, el pasado martes aludió a los empresarios españoles que habían comprado British Telecom. La verdad es que, como todo el mundo sabe, menos la aspirante a la Casa Rosada, Telefónica ha comprado O2, no la British.
3. Al tiempo que anima a la inversión en la Argentina, Cristina Fernández omite toda alusión a la inseguridad jurídica –lo que más preocupa a las empresas- y a la corrupción judicial, que los Kirchner no han hecho más que aumentar, con nombramientos de elementos peligrosos en el Ministerio de Justicia y en la Corte Suprema. Ni una palabra sobre el cerco oficial a las empresas españolas presentes en el país.
4. Asimismo, omitió cualquier alusión a la inseguridad ciudadana, que durante el periodo Kirchner se ha multiplicado ni a la corrupción, o el desánimo, policial.
5. Otrosí: Sin inmutarse, Cristina Fernández afirma que se han refrendado los derechos y libertades individuales, y en concreto la libertad de prensa, cuando lo cierto es que nunca, ni con De la Rúa, ni Con Menem, ni con Alfonsín, se había dado tamaño control de los medios informativos por parte del Gobierno. En la Argentina de hoy, con alguna excepción heroica, no se puede hablar de prensa libre… gracias al matrimonio Kirchner.
6.Con la censura de cualquier pregunta incómoda, y con la cerrazón informativa que ha decretado la patronal CEOE, nadie ha podido preguntar a Cristian Fernández acerca de la fuga de capitales en la Argentina, práctica habitual en el país, y de la que el propio matrimonio Kirchner, durante sus época de gobernador en el sureño santa Cruz.
7. Con entusiasta… frivolidad, Cristina Fernández tampoco dio respuesta al apoyo que la Casa Rosada presta al populismo de Hugo Chávez. Habla de las “brumas kirchnersianas ya desaparecidas” del horizonte. Y se queda tan ancha.
8. La última muestra de frivolidad de doña Cristina de Kirchner, consiste en defender siempre su posición contraria al aborto, cuando su esposo y su partido han hecho todo lo posible para introducir el aborto en la Argentina por la puerta de atrás.
Este último punto importa poco a los empresarios, pero, en cualquier caso, la estela de frivolidad de esta “vedette populista” ha dejado huella en España. Y eso que todavía no es presidenta.
Por cierto, la patronal española CEOE, realizó un cerrojo informativo sobre la señora Fernández y su presencia en la se d de la patronal, donde fue recibida por su máximo responsable, Gerardo Díaz Ferrán, propietario de Marsans, imputado por delito fiscal, malversación de fondos públicos y falsedad documental en el caso Aerolíneas Argentinas (ARSA). Y es que en CEOE temían cualquier pregunta indiscreta sobre ARSA, en vísperas de la Junta de accionistas de la aerolínea en Buenos Aires, ahora que el Gobierno Kirchner debe decidir si mantiene la impugnación de las cuentas de ARSA.
Pues nada, todo sonrisas entre la senadora y Díaz Ferrán, cuando en su país se publican noticias como ésta, o como ésta. Todo por el pueblo.Y para quien desee saber cómo se interpreta en la Argentina el viaje de doña Cristina ahí tienen otra muestra, publicada en http://www.americanoticias.com/, una crónica que nos lleva, una vez más, al triste concepto de frivolidad. Eso sí, frivolidad populista.
Lo dicho, la reina de la frivolidad pasó por Madrid.
1 comentario:
La señora Kirchner emulando a Santa Juana de Arco se cortará su espléndida melena, y la donará para implantes de calvos. Sus lijosos modelitos los cambiará por otros más modestos, adquiridos en las rebajas de los grandes almacenes o en el chino de la esquina. Renunciará a su generoso sueldo: lo donará a los pobres, a los muertos de hambre. A jirones se arrancará de sus labios la silicona para que el pobre fontanero pueda sellar las tuberías de los sanitarios. La señora Kirchner lo hace todo por amor al prójimo.
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