Por Antonio Nogueira
Fuente: Instituto Juan De Mariana
El vínculo intelectual entre el liberalismo y los creadores suele ser infrecuente, al menos en Europa. Aún más: si atendemos a las diferentes corrientes liberales, la lista de innovadores adscritos al libertarianismo es probable que sea muy limitada. No obstante, en ocasiones, se atisban fecundas corrientes de admiración entre profesionales respecto de la filosofía preconizada, entre otros pensadores, por Ayn Rand. El arquitecto más veterano de España, Francisco Juan Barba Corsini, es un gratificante ejemplo de ello.
Barba Corsini, todavía en activo a sus noventa años, es renombrado por su Colección Pedrera (1955) que equipó la Casa Milá de Gaudí en Barcelona, el Edificio Mitre (1959), así como la construcción del moderno poblado pesquero de Binibeca en Menorca. Binibeca fue un hito en la edificación popular española, respetuoso del entorno y las tradiciones, lejos de la inacción ecologista y la elefantiasis al estilo marbellí. En una entrevista reciente, el maestro declaraba sin ambages que El Manantial, el film de King Vidor (1949) sobre la novela de Rand, cambió su vida. Ha llegado a decir: "La influencia de la película El manantial, fue indudable. Era un claro ejemplo de lo que es sentir la arquitectura y de la dignidad del arquitecto. Comprendí que hacer arquitectura es estudiar el problema humano, cómo se vive, y pasar horas, días, semanas o meses estudiando, hasta llegar a una buena solución. A partir de aquel momento comprendí que la arquitectura era una cosa sentida, una cosa viva, que había un cambio de tiempo, de materiales, de tecnología y un cambio de arte, y empezó la lucha, por mi parte, a favor de la arquitectura moderna."
Este arquitecto tarraconense rechazó el paradigma neoclásico en la edificación, simpatizó con Alvar Aalto y demás compañeros finlandeses en la búsqueda de materiales puros y simples frente a la penuria de la postguerra; Barba Corsini fue además discípulo de Richard Neutra, un colega vienés célebre por sus viviendas en contra de la ley de la gravedad.
¿Quién era a su vez Richard Neutra? Neutra (1892-1970) emigró a los EEUU más por voluntad de poner en práctica sus deseos libérrimos que por victimismo o necesidad. Con la Lovell Health House (1927), el edificio más vanguardista de Los Ángeles, se adelantó a Gropius y Mies Van der Rohe. Las residencias californianas que erigió se caracterizaban por desposeer paredes; las habitaciones, sostenidas por largas tiras de ventanas, se abrían en todas las direcciones, configurando un mundo casi irreal. Richard Neutra manifestaba gran interés por el clima, la naturaleza y el paisaje y alimentó una teoría de cuño propio denominada Realismo Biológico. Él consideraba que la ciencia, la técnica y la producción industrial no representan algo diferente a lo biológico, sino más bien una extensión de lo natural. Lo verdaderamente bueno no es el progreso en sí, sino lo que conviene a las personas, a las que definía con insistencia como consumidores: ideales que suscribió para siempre Francisco Juan Barba Corsini desde su inconformista juventud.
El singular austriaco asociaba a la arquitectura como tarea ética alejada de la tecnocracia; estimulaba un diseño que favoreciese al mismo tiempo de forma pragmática la utilidad y la belleza, la necesidad y el deseo. Neutra anticipó un derecho controvertido, o mejor dicho, la ausencia del mismo: "Ningún derecho de autor debe ser reclamado para el verdadero progreso y para los medios de uso contemporáneo."
Richard Neutra construyó numerosos edificios públicos, colegios, clínicas e iglesias, al mismo tiempo que sus representativas moradas particulares en California, entre las cuales destacaba la Casa Joseph Von Sternberg (1935), para el gran cineasta, en el Valle de San Fernando y que con posterioridad fue adquirida por Ayn Rand –¡precisamente ella!– y demolida en 1972. Observando la obra gráfica del vienés, y recordando la película ya citada, no es descabellado pensar que los planos que sostenía con pasión Gary Cooper interpretando a Howard Roark, fuesen los mismos o similares que trazaba Neutra, el mentor de Corsini.
Barba Corsini, todavía en activo a sus noventa años, es renombrado por su Colección Pedrera (1955) que equipó la Casa Milá de Gaudí en Barcelona, el Edificio Mitre (1959), así como la construcción del moderno poblado pesquero de Binibeca en Menorca. Binibeca fue un hito en la edificación popular española, respetuoso del entorno y las tradiciones, lejos de la inacción ecologista y la elefantiasis al estilo marbellí. En una entrevista reciente, el maestro declaraba sin ambages que El Manantial, el film de King Vidor (1949) sobre la novela de Rand, cambió su vida. Ha llegado a decir: "La influencia de la película El manantial, fue indudable. Era un claro ejemplo de lo que es sentir la arquitectura y de la dignidad del arquitecto. Comprendí que hacer arquitectura es estudiar el problema humano, cómo se vive, y pasar horas, días, semanas o meses estudiando, hasta llegar a una buena solución. A partir de aquel momento comprendí que la arquitectura era una cosa sentida, una cosa viva, que había un cambio de tiempo, de materiales, de tecnología y un cambio de arte, y empezó la lucha, por mi parte, a favor de la arquitectura moderna."
Este arquitecto tarraconense rechazó el paradigma neoclásico en la edificación, simpatizó con Alvar Aalto y demás compañeros finlandeses en la búsqueda de materiales puros y simples frente a la penuria de la postguerra; Barba Corsini fue además discípulo de Richard Neutra, un colega vienés célebre por sus viviendas en contra de la ley de la gravedad.
¿Quién era a su vez Richard Neutra? Neutra (1892-1970) emigró a los EEUU más por voluntad de poner en práctica sus deseos libérrimos que por victimismo o necesidad. Con la Lovell Health House (1927), el edificio más vanguardista de Los Ángeles, se adelantó a Gropius y Mies Van der Rohe. Las residencias californianas que erigió se caracterizaban por desposeer paredes; las habitaciones, sostenidas por largas tiras de ventanas, se abrían en todas las direcciones, configurando un mundo casi irreal. Richard Neutra manifestaba gran interés por el clima, la naturaleza y el paisaje y alimentó una teoría de cuño propio denominada Realismo Biológico. Él consideraba que la ciencia, la técnica y la producción industrial no representan algo diferente a lo biológico, sino más bien una extensión de lo natural. Lo verdaderamente bueno no es el progreso en sí, sino lo que conviene a las personas, a las que definía con insistencia como consumidores: ideales que suscribió para siempre Francisco Juan Barba Corsini desde su inconformista juventud.
El singular austriaco asociaba a la arquitectura como tarea ética alejada de la tecnocracia; estimulaba un diseño que favoreciese al mismo tiempo de forma pragmática la utilidad y la belleza, la necesidad y el deseo. Neutra anticipó un derecho controvertido, o mejor dicho, la ausencia del mismo: "Ningún derecho de autor debe ser reclamado para el verdadero progreso y para los medios de uso contemporáneo."
Richard Neutra construyó numerosos edificios públicos, colegios, clínicas e iglesias, al mismo tiempo que sus representativas moradas particulares en California, entre las cuales destacaba la Casa Joseph Von Sternberg (1935), para el gran cineasta, en el Valle de San Fernando y que con posterioridad fue adquirida por Ayn Rand –¡precisamente ella!– y demolida en 1972. Observando la obra gráfica del vienés, y recordando la película ya citada, no es descabellado pensar que los planos que sostenía con pasión Gary Cooper interpretando a Howard Roark, fuesen los mismos o similares que trazaba Neutra, el mentor de Corsini.
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