agosto 12, 2007

La Virtud del Egoísmo

Entre 1933 y 1982 Ayn Rando lanzó al mundo su filosofía objetivista con una claridad de razonamiento que la convierte en una figura gigante de la filosofía. Su precisión y sencillez son singulares. Su sistema filosófico racional, basado estrictamente en la lógica y en la realidad, carece de contradicciones y resulta coherente con la naturaleza del hombre.

Sus ideas enfrentan al lector con un verdadero desafío. Dijo Ayn Rand: "La libertad y la razón son corolarios. Su acción es reciproca. Cuando los hombres son libres triunfa la razón, cuando los hombres son racionales la libertad se impone. La libertad intelectual no puede existir sin libertad política y la libertad política no puede existir sin libertad económica. Una mente libre y un mercado libre son también corolarios".


Dado que el "egoísmo" es, en palabras de Ayn Rand, "la preocupación por el interés personal", todo ataque contra el "egoísmo" es un ataque contra la autoestima del hombre. (Prólogo agregado por Editorial Grito Sagrado)

En efecto, cuando Ayn Rand presentó este libro, le preguntaron: "¿Por qué utiliza la palabra "egoísmo" para describir virtudes de carácter, cuando es incompatible con el concepto que tiene de ellas muchas personas para los cuales no significa las cosas que usted desea expresar?" Su respuesta fue: "Por la misma razón por la que usted le teme". Pero hay otros que no harían tal pregunta porque presienten la cobardía moral que implica y que, sin embargo, son capaces de formular las razones que me mueven a usarla, o de identificar el profundo tema moral involucrado.

El significado que se da a la palabra "egoísmo" en el lenguaje popular no es meramente erróneo, sino que representa una devastadora tergiversación intelectual, que es responsable, más que de cualquier otro factor, de la paralización del desarrollo moral de la humanidad.

El significado exacto de la palabra "egoísmo" según su definición en el diccionario es: La preocupación por los intereses personales. Este concepto no incluye una calificación moral. Según Ayn Rand, el verdadero egoísta no es quien sacrifica a los demás. Es el que no tiene necesidad de usar a los demás de ninguna forma. No obra por medio de ellos. No está interesado en ellos en ningún aspecto fundamental. Ni en su objeto, ni es su móvil, ni en su pensamiento, ni en su deseo, ni en la fuente de su energía. El verdadero egoísta no vive para ninguna otra persona y no le pide a nadie que viva para él. Esta es la única forma de fraternidad y de respeto mutuo posible entre los seres humanos.

Rosa Pelz, editora de La Virtud del Egoísmo, habla en este video de esta obra de Ayn Rand.





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