Autor: Armando Ribas
Cuentan que Lenin alguna vez dijo que la eficiencia ""no era un prejuicio burgués o capitalista"". La razón de la cita anterior es que aparentemente la palabra ideología ha sido políticamente demonizada, tanto que parece ser sinónimo de fanatismo. Así, supuestamente el mundo debe discutir hoy realidades tales como la pobreza, la política impregnada de compasión y la ciudadanía, de altruismo. En este mundo que reina la justicia social, el resultado es más pobreza y peor distribución de la riqueza que va a parar a los políticos compasivos que exigen el altruismo de los ciudadanos. Ni qué decir que esta farsa, que ya ha sido convertida en tragedia, está asimismo impregnada de antiyanquismo. Es decir contrario a ese mundo imperialista, explotador salvaje y que ahora pretendería imponer de nuevo una doctrina Monroe, con tropas en el Paraguay.Los países latinoamericanos una y otra vez durante el siglo XX haciendo uso irrestricto del ""derecho a la autodeterminación de los pueblos"" han mostrado al mundo su incapacidad para lograr una sociedad libre, democrática y próspera. Y aquí opera el antiyanquismo, tal como otrora, como la excusa por excelencia para justificar nuestros recurrentes fracasos (con botas y con votos) a los que sin lugar a dudas ha contribuido el FMI (pero no el gobierno de Estados Unidos). En esa actitud se obvia el hecho manifiesto de que la decisión pertinente es ideológica, por más que aun los propios norteamericanos crean que son a-ideológicos. Lo ideológico no es una estupidez ni un fanatismo per se. Lo cierto es que hay ideologías estúpidas (erradas) que crean los fanatismos aun supuestamente basados en la razón, tal cuales son el socialismo, el comunismo, el fascismo y el nazismo y su contraparte necesaria el nacionalismo. Esas fueron las ideologías que nos llevaron a la Segunda Guerra Mundial y si no hubiese sido por la intervención de Estados Unidos, el mundo con nosotros incluidos sería nazi o comunista.
LA VERDE INGLATERRA
La historia de la humanidad y particularmente la de Argentina son una muestra paladina del realismo de la anterior observación. Voy nuevamente a repetir el análisis de la evolución económica de la humanidad que creo que es más que ilustrativo. En su obra Modern Economic Growth (El crecimiento económico moderno), Simón Kutznetz sostiene que el crecimiento económico sólo pudo haber comenzado hace a lo sumo 300 años. Y así dice: ""Si el producto per cápita hubiera crecido 15% por década durante tres siglos antes de 1960, el producto per cápita en 1660 habría sido de 1/66 del presente. Pero un producto per cápita de aun 1/20 del nivel presente no habría podido sustentar la población de aun los países más desarrollados; y la tasa de crecimiento supuesta (15% por década; 1,4% anual) no se habría mantenido en la mayoría de los países por más de 200 años."" El análisis anterior revela, pues, que el crecimiento económico comenzó precisamente con el desarrollo del mal llamado sistema capitalista, aproximadamente en el siglo XVIII.Esa aseveración habría sido refrendada por el juicio de David Hume, refiriéndose precisamente al país donde comenzara el mal denominado sistema capitalista. Así dice en su Historia de Inglaterra: ""En Inglaterra la reina se dedicó a erigir monopolios y a conceder patentes de comercio exclusivo: una invención tan perniciosa, que si hubiera continuado a través de los años a esa tasa, Inglaterra el asiento de la riqueza de las artes y el comercio, tendría en el presente una industria tan pequeña como Marruecos o la costa de Babaria"". El juicio anterior coincide aun con el del propio Marx, que en El Manifiesto Comunista, publicado en 1848, dice: ""La burguesía durante su gobierno de escasamente 100 años, ha creado más fuerzas productivas masivas y más colosales que todas las generaciones precedentes en conjunto."" Como vemos, hasta Marx se dio cuenta del fenómeno, pero lamentablemente ignoró la causa que lo determinara que no fuera otra que como bien observara Hume, la libertad y no la explotación. Fue precisamente conteste con esa observación que Ayn Rand dijo: ""el capitalismo no inventó la pobreza, la heredó"".Inglaterra, a partir de 1688, o sea en la Revolución Gloriosa, comenzó un proceso de desarrollo que se ha denominado equivocadamente, como bien sostiene Lord Acton, la Revolución Industrial. A partir de ella logró sobrepasar a Francia que hasta entonces era el país más rico del continente. Y esa diferencia reflejaba no otra cosa que el resultado de dos concepciones filosófico-políticas diametralmente opuestas. Tal oposición Ñcomo bien señala Eugene F. Miller en su ensayo sobre la Historia de Inglaterra de David Hume, resultaba de que el filósofo de Escocia subordinaba al estudio de la historia a la ciencia moral, cuya premisa fundamental es que la naturaleza humana es constante y uniforme... La filosofía continental por el contrario procede bajo el presupuesto de que los seres humanos no tienen una naturaleza fija."" Es en la búsqueda del hombre nuevo que se ha basado la mayor parte de la moral racionalista que diera lugar a los totalitarismos del siglo XX. El contraste es tanto más evidente, pues en Francia, después del crimen de 1789, se multiplicaron los gobiernos opresivos y las consiguientes revoluciones, y en 1871, después de Sedan, las Comunas de París provocaron nuevos enfrentamientos.
A este lado el proceso diferencial se habría producido aun más evidentemente del otro lado de Atlántico, cuando las ideas Ñsí, las ideasÑ de Locke, Hume, Adam SmithÑ iluminaron a los Founding Fathers con Madison a la cabeza para construir la Republica a la que le debemos la libertad en el mundo. Según Paul Kennedy, en 1914 ya Estados Unidos tenía un Producto Bruto superior al de toda Europa incluyendo a Japón.Después de salvar a Europa de los europeos en tres oportunidades durante el siglo XX, Estados Unidos, mediante el Plan Marshall y su influencia política, permitió y facilitó la recuperación europea y particularmente en Alemania. Con el tiempo, el proceso socialdemócrata ha producido sus efectos deletéreos en la naciente Unión Europea y principalmente en sus socios preponderantes: Alemania y Francia.Nuevamente, ¿cuál es la causa de esta disparidad entre la economía de Estados Unidos y la Unión Europea? No es otra que la ideología socialista que se manifiesta en el rol preponderante del Estado, los beneficios sociales y las restricciones del sistema laboral. Y el problema es que no se puede reformar democráticamente, pues el que lo intenta pierde las elecciones. Todo aquel que depende del Estado no puede votar en contra de sí mismo. Obvio. Esa es la naturaleza humana, pues el hombre aprende, pero no cambia su naturaleza como para preferir el interés ajeno al propio.Pero vayamos a un ejemplo más cercano que son las que he denominado las etapas de la historia argentina. La primera etapa 1810-1852 entre las leyes de Indias y el jacobinismo. País paupérrimo, despoblado y analfabeto; la etapa liberal 1853-1930: el esplendor en que Argentina logró superar a Europa, política y económicamente llegando a ser el octavo país más rico del mundo; y 1930-2005 la decadencia, donde han regido las doctrinas europeas del fascismo nacionalista y el socialismo hasta nuestros días. Hoy, en nombre de una supuesta ideología, se ha demonizado la década del noventa para justificar un retorno a las ideologías que sustentaron las políticas que determinaron la decadencia. Así, el eje de la decadencia es la inseguridad jurídica en nombre de la compasión y el consecuente despotismo de Estado. Las ideologías importan más que la moneda, que me perdone el Señor Friedman.
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