Por Hermógenes Pérez de Arce
Estoy propiciando la efeméride del "Día del Cerebro Lavado", representativa como ninguna del carácter nacional chileno. Pues nuestros cerebros están tan lavados, que hasta celebran el "Día del Joven Combatiente", aniversario de la muerte de dos miembros del MIR, una asociación ilícita terrorista. Debe ser el único país, junto con Irán, que permite homenajear al terrorismo. Más encima, aprovechándose del lavado de memoria, se falsifican los hechos del 29 de marzo de 1985, que se iniciaron cuando dos miristas, los hermanos Vergara Toledo, conminados a identificarse por la dotación de un furgón de carabineros, dispararon contra uno de éstos, el cabo Marcelo Muñoz Cifuentes, hiriéndolo en el tórax y una pierna. Ello desató un tiroteo entre otros carabineros y los hermanos, resultando éstos muertos. Ninguna versión de TV o de los diarios del 29 mencionaba el baleo no provocado al cabo Muñoz. Ha sido cuidadosamente lavado de la memoria oficial, a fin de cargar un "asesinato" al gobierno militar. Por supuesto, un juez políticamente correcto ya da pasos para condenar a los carabineros, incluido el cabo Muñoz. Y después, que pague Moya.La izquierda confía en que la memoria colectiva ya está casi por completo extinguida. El noticiero de Canal 13 creyó que podía impunemente excluir del recuento de la visita papal de 1987, en su aniversario, tanto la imagen de S.S. y el presidente Pinochet en un balcón de La Moneda ante una multitud que los vitoreaba como los incidentes contra el Pontífice provocados por "combatientes" de izquierda en el Parque O'Higgins. Pero parece que a las autoridades del canal les dio vergüenza, y al día siguiente repitieron el recuento, incluyendo ambos episodios.
Por supuesto, Juan Pablo II, oriundo de un país esclavizado por los comunistas, sabía de qué había librado a Chile la Junta y apreciaba sus méritos. Por otra parte, su amigo personal, el padre Bruno Rychlovski, residente acá y partidario del gobierno militar, lo mantenía bien informado de la verdad, tan alterada en el extranjero.
Las víctimas del comunismo aprecian mejor que los chilenos nuestra deuda con la Junta. Un ruso me enrostró una vez que yo siquiera mencionara los algo más de dos mil caídos en los 17 años, cifra para él insignificante frente al sufrimiento evitado. Por eso, Sor Teresa de Calcuta, nacida en Albania, otra nación víctima del comunismo, cuando vino en los años 80 no vaciló en desoír consejos políticamente correctos de que no tuviera actividades junto a la señora Lucía Hiriart de Pinochet, y la acompañó entusiastamente, siendo muy explícita para explicar por qué lo hacía.
Pero los chilenos de hoy comulgan con ruedas de carreta. Leyendo "La persecución final a Pinochet", del nieto de éste, Rodrigo García, saboreé el insólito episodio en que un juez concertacionista, el Consejo de Defensa del Estado y un periodista de izquierda lo envolvieron de consuno en el caso Corfo-Inverlink, un escándalo netamente izquierdista. Pues la firma, donde era director un ex ministro de Frei, sustrajo 100 millones de dólares a la entidad dirigida por el yerno de Lagos. Como el nieto de Pinochet era analista junior de créditos en un banco de Miami donde operaba Inverlink, el juez, el CDE y el periodista se tomaron de eso para llenar páginas de diarios enlodando a los Pinochet.
Sí. Nos merecemos un "Día del Cerebro Lavado", sobre todo ahora que el pueblo, cansado y mal dormido a causa del plan socialista Transantiago, está perdiendo la facultad -que nunca ha tenido muy desarrollada- de recordar y pensar por su cuenta.
___* Analista político chileno.
© http://www.aipenet.com/
Por supuesto, Juan Pablo II, oriundo de un país esclavizado por los comunistas, sabía de qué había librado a Chile la Junta y apreciaba sus méritos. Por otra parte, su amigo personal, el padre Bruno Rychlovski, residente acá y partidario del gobierno militar, lo mantenía bien informado de la verdad, tan alterada en el extranjero.
Las víctimas del comunismo aprecian mejor que los chilenos nuestra deuda con la Junta. Un ruso me enrostró una vez que yo siquiera mencionara los algo más de dos mil caídos en los 17 años, cifra para él insignificante frente al sufrimiento evitado. Por eso, Sor Teresa de Calcuta, nacida en Albania, otra nación víctima del comunismo, cuando vino en los años 80 no vaciló en desoír consejos políticamente correctos de que no tuviera actividades junto a la señora Lucía Hiriart de Pinochet, y la acompañó entusiastamente, siendo muy explícita para explicar por qué lo hacía.
Pero los chilenos de hoy comulgan con ruedas de carreta. Leyendo "La persecución final a Pinochet", del nieto de éste, Rodrigo García, saboreé el insólito episodio en que un juez concertacionista, el Consejo de Defensa del Estado y un periodista de izquierda lo envolvieron de consuno en el caso Corfo-Inverlink, un escándalo netamente izquierdista. Pues la firma, donde era director un ex ministro de Frei, sustrajo 100 millones de dólares a la entidad dirigida por el yerno de Lagos. Como el nieto de Pinochet era analista junior de créditos en un banco de Miami donde operaba Inverlink, el juez, el CDE y el periodista se tomaron de eso para llenar páginas de diarios enlodando a los Pinochet.
Sí. Nos merecemos un "Día del Cerebro Lavado", sobre todo ahora que el pueblo, cansado y mal dormido a causa del plan socialista Transantiago, está perdiendo la facultad -que nunca ha tenido muy desarrollada- de recordar y pensar por su cuenta.
___* Analista político chileno.
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