mayo 12, 2007

¿Por qué estamos viviendo más tiempo, con más salud y con más comodidades?


Este nuevo libro del Cato Institute explica por qué estamos viviendo más tiempo, con más salud y con más comodidades.


Esta percepción positiva del impacto del crecimiento económico y del cambio tecnológico sobre el bienestar humano es un antídoto en contra de las profecías de una inminente era de penumbras y perdición”.
– Robert W. Fogel, Premio Nóbel de Economía, acerca de El estado del mundo está mejorando (The Improving State of the World)


Luego de unos pocos minutos de ver las noticias de la noche o de ojear los periódicos puede ser muy difícil creer que algo está mejorando. Indur M. Goklany es cualquier cosa menos un pesimista en su enormemente contundente libro, El estado del mundo está mejorando: Por qué estamos viviendo más tiempo, con más salud y con más comodidades en un planeta más limpio (The Im proving State of the World: Why We’re Living Longer, Healthier, More Comfortable Lives On A Cleaner Planet).
Muchas personas creen que la globalización y sus componentes principales —el crecimiento económico, el cambio tecnológico y el libre comercio—han empeorado las cosas para la humanidad y el medio ambiente. Como Goklany lo ilustra poderosamente, aquel es un mito y deberíamos considerar qué tanto peor sería el mundo sin estos componentes.
Goklany, anteriormente un delegado de EE.UU. ante el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, confronta a los enemigos de la globalización y demuestra que el crecimiento económico, el cambio tecnológico y el libre comercio han ayudado a estimular un “ciclo de progreso” que en los últimos dos siglos ha permitido mejoras sin precedentes en todas las medidas objetivas del bienestar humano. Su análisis está acompañado de un extenso rango de gráficos, datos históricos y estadísticas.
La pobreza, el hambre, la desnutrición, los niños que trabajan, el analfabetismo y la falta de acceso al agua han dejado de ser la norma a nivel mundial; la mortalidad infantil nunca ha sido más baja; y ahora vivimos más tiempo y con más salud. Además, la investigación de Goklany demuestra que la productividad agrícola mundial ha aumentado, los precios de los alimentos han bajado, el hambre y la desnutrición han disminuido a nivel mundial, la salud pública ha mejorado, las tasas de mortalidad han caído, y la expectación de vida ha aumentado.
El estado del mundo está mejorando es una contribución importante al debate sobre el ambiente versus el desarrollo y por primera vez reúne en un volumen los patrones de largo plazo de un amplio rango de los indicadores más importantes del bienestar humano y ambiental, y su dependencia en el desarrollo económico y en el cambio tecnológico.
Mientras que reconoce que el record ambiental es más complejo, el autor muestra cómo la innovación, la mayor prosperidad e instituciones esenciales se han combinado para lidiar con la degradación ambiental. Las primeras etapas de desarrollo de hecho pueden causar problemas ambientales, pero más desarrollo crea más riqueza, la cual a su vez permite que las sociedades creen y puedan costear tecnologías más limpias. El desarrollo se convierte en la solución en vez del problema, demuestra Goklany.
El sostiene que, por lo tanto, restringir la globalización perjudicaría el progreso del bienestar humano y ambiental y de la lucha en contra de los límites ambientales y de recursos naturales que habrá en el futuro para el crecimiento.
Puntos claves de El estado del mundo está mejorando:
Las mejoras en India desde 1950-51 y en China desde 1961 en la reducción del hambre y de la desnutrición son impresionantes. Para el 2002 la oferta alimenticia de China había aumentado un 80%, y la de India un 50%. En general, estos tipos de aumentos en la oferta de alimentos han reducido la desnutrición crónica en los países en vías de desarrollo de 37 en 1970 a 17% en el 2001, a pesar de un crecimiento neto de un 83% en sus poblaciones. No solo estamos viviendo más tiempo—estamos viviendo con más salud. La descapacitación de las poblaciones mayores de edad de países desarrollados tales como EE.UU., Canadá, y Francia, están en decaída. En EE.UU., por ejemplo, la tasa de descapacitación cayó por un 1,3% cada año entre 1982 y 1994 para personas mayores de 65 años. Las necesidades básicas de la vida, tales como la comida, son más abundantes y baratas. Por ejemplo, entre 1897-1902 y 1992-1994, los precios de venta al público en EE.UU. de la harina, el tocino y las papas, en relación al ingreso per cápita, cayeron por 92, 85 y 82 por ciento, respectivamente. Y el precio real global de las comodidades alimenticias ha caído por un 75% desde 1950. La tasa de alfabetismo ha aumentado a nivel mundial, como también han aumentado otras medidas de logros educacionales. Entre 1970 y los principios de la década del 2000, la tasa de analfabetismo global cayó de 46 a 18 por ciento. La libertad económica ha estado avanzando a nivel mundial durante los últimos 30 años. Además, la libertad económica ha aumentado en 102 de los 113 países para los cuales hubo información tanto en 1990 como en el 2000. Uno de los predominantes mitos acerca del medio ambiente es que antes de que el gobierno federal se encargara de las regulaciones ambientales, los contaminantes en el aire, el agua, y otras áreas estaban aumentando. En el caso de la Ley del Aire Puro de 1970, la Ley del Agua Limpia de 1972, y el de la Ley del Agua Potable de 1974—gran parte de las mejoras en los indicadores de los EE.UU. para la calidad del agua y del aire precedieron a la creación de estas estrictas leyes ambientales. Acerca del autor
Indur Goklany ha trabajado con gobiernos federales y estatales, centros de investigación y en el sector privado por más de 30 años, y ha escrito extensamente acerca de la globalización y de cuestiones ambientales incluyendo el desarrollo sustentable, el cambio tecnológico, los alimentos y la salud. Él ha representado a EE.UU. en el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y en las negociaciones que establecieron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Fue el director de la División para el Asesoramiento Técnico de la Comisión Nacional para la Calidad del Aire y un consultor para la Oficina de Política, Planificación y Evaluación de la Agencia para la Protección Ambiental. Él es el autor de El principio de la precaución (The Precautionary Principle) y de Purificando el aire: La historia real de la guerra en contra de la contaminación del aire (Clearing the Air: The Real Store of the War on Air Pollution).

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