mayo 15, 2007

Las acciones de Chávez ponen en peligro el futuro de Venezuela




Por Gustavo Coronel




La nacionalización de los pozos petroleros, de la industria de acero y de los bancos amenaza la estabilidad
En vista de la nacionalización de los pozos petroleros venezolanos el día lunes, el Presidente Hugo Chávez amenazó ayer con también nacionalizar los bancos venezolanos y al productor de acero más importante, acusándolos de llevar a cabo “prácticas sin escrúpulos”.
Ian Vásquez, director del Centro para la Libertad y Prosperidad Global, comenta lo siguiente acerca de las recientes expropiaciones de Chávez:
"La determinación de Chávez de convertir a Venezuela en un país socialista está volviéndose más intensa, con la nacionalización del petróleo y ahora posiblemente de los bancos. La nacionalización de la banca aumentaría considerablemente el control político y económico que desde ya posee el gobierno y significaría el fin de la libertad de prensa ya que el control estatal del crédito siempre han llegado a tal resultado en sociedades socialistas. Aunque el Banco Mundial y el FMI nunca han sido la clave del desarrollo de cualquier nación, la salida de Chávez de esas instituciones se debe a un rechazo a las políticas de apertura económica, las cuales conducen al crecimiento auto-sostenido. De esa manera, la Venezuela de Chávez es parecida al Perú de los ochentas cuando el entonces Presidente Alan García se retiró al país de las agencias multilaterales de crédito e intentó nacionalizar la banca —políticas que culminaron en el desastre económico".
Gustavo Coronel, miembro de la primera junta directiva de Petróleos de Venezuela (PDVSA) desde 1976 hasta 1979, representante venezolano ante Transparencia Internacional entre 1996 y 2000 y autor del estudio de Cato “Corrupción, administración deficiente y abuso de poder en la Venezuela de Hugo Chávez”, comenta:
"La reciente ‘nacionalización’ de los pozos de crudo pesado del Orinoco por parte de Hugo Chávez no fue nada más que una muestra de desprecio al Estado de Derecho. Lo que Chávez hizo fue aumentar la propiedad estatal de un 30% de los pozos petroleros de crudo pesado del Orinoco a un 51%, dejando un 49% en las manos de empresas extranjeras. Aunque él se encargó de que este acto, para el cual empleó a las fuerzas armadas, aparente ser un segundo día de independencia, solo era una toma arbitraria de los bienes sobre los cuales unas empresas extranjeras habían invertido $20 mil millones. Esto está muy cerca de ser una confiscación puesto que Chávez no está planeando pagar compensación debida alguna. Como resultado de esta muestra de autoritarismo los inversionistas extranjeros no irán a Venezuela, la operación de esos pozos petroleros quedará en manos de una empresa petrolera estatal que es mediocre y perderán eficiencia mientras que la nación venezolana sufrirá las consecuencias en términos de pérdida de ingresos y de prestigio internacional”.



Fuente: Cato Institute: http://www.elcato.org/

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